Joel Wästberg, el encargado de dar vida a sir Was, sorprendía al mundo a mediados del año pasado con "Says Hi", su primer EP, y al igual que éste, su LP debut, "Digging A Tunnel", sigue los cánones que ya fueron marcados por su antecesor, amén de que el encargado de publicarlo de nuevo sea City Slang Records.
JUNGLE empiezan ocupando el espacio aéreo sonoro tras la cuenta atrás del cohete lanzado al mundo exterior en 'In The Mist', mezclando elementos 80's y soul por doquier, los cuales parecen sacados de algún punto del más allá, con un puntito sexual marca de los riffs de guitarra, los cuales no olvidan ni las armas ni las calles del Bronx, con los niños reivindicando su espacio en ellas en 'A Minor Life', con la entrada de unas gaitas que van hasta los 8-bits y viceversa, dejando que nuestro protagonista experimente con su voz en modo cantautor a la vez que dibuja un jardín de rosas flautistas en el que los más pequeños puedan aprender a fluctuar con ellas mientras su olor se expande por todo el espectro sonoro.
'Digging A Tunnel' traslada este mundo a la época adulta, con la idea de hacer desaparecer el murmullo con la música de uno mismo encima del escenario de cualquier teatro, y dejando que el cuerpo responda a los impulsos que proceden de algún punto inexplicable que solo permite a uno seguir hacia delante, mientras los colegas improvisan como si de los príncipes de Bel-Air se trataran, con el añadido por su parte de unas guitarras que liberan todas las endorfinas a través de un dream-pop que desafina en lo más bohemio del estudio de 'Bomping' cuando su efecto acaba, dejando que una jam jazzero-rapero-festiva junte a Jamie xx con invitados de la talla de Animal Collective.
'Revoke' se centra en lo paisajístico y futurístico, con Siri (Iphone) crecidita, y con el único acompañamiento a su lado del piano, mostrando este sus vertientes Dr. Jekyll y Mr. Hyde, debatiéndose entre lo clásico y el rock, creándose así un efecto de ilusión en ese bosque que comparte en 'Falcon', donde nuestra mujerzuela encuentra a su media naranja, un líder sólido de un colectivo musico-religioso que se destapa colonizando a sus fieles destripando los beneficios líricos del hip-hop.
La varita mágica de los nuevos Tuya toca a 'Heaven Is Here', inflando las teclas la rotura parcial de los elementos rocosos que nos rodean, incluyendo para tal fin sables de samuráis, con el bajo terminando de afilar sus cuchillas a la vez que provoca una locura psicodélica que camina entre las nubes de algodón que crea el Theremín a su paso, metalizándose en la iglesia de 'Interconnected', cuyas campanadas levíticas las escucha hasta 'Leave It Here', la cual, creyente, se lanza al vacío de las emociones cerrando sus ojos para vivirlas todas y cada una de ellas electrónica mediante, calmándose las aguas en 'Sunset Sunrises', un cierre que comulga con todo lo vivido anteriormente y la paz que la propia naturalezahasta que su reloj biológico dictamina la hora de marcharse y cerrar este capítulo.