Con el español como lenguaje, el viaje intergaláctico se cobra vidas en cada tema y en cada disco publicado, aumentando la desesperación, el misticismo y la rabia, sacando 'Soy Una Mancha' las cosas de quicio, con ese pseudo patito de goma que The Coathangers les han prestado para la ocasión, cargando 'Apagate' con un frívolo metal que se psicodeliza para atrapar a sus fieles en comunión y retroceso emocional, lo que termina por acabar con 'Planeta Prohibido', donde el vómito se une al micrófono para cortarse las propias venas, lo que provoca ciertos 'Mareos', creando instrumentalmente la sensación de que sus componentes vienen y van, atormentados por la idea de que el alien acabe saliendo de todos ellos y este no continúe con su estirpe musical.
