Que Autumn Casey y KC Toimil están más en forma que nunca, no lo puede dudar quien le eche un oído al álbum debut del dúo más ácido de Miami, al cual han bautizado como "Interludes Of Insanity", poniéndose ellas solitas en el candelero una vez más tras su EP debut homónimo para el sello rey de Nueva York, Wharf Cat Records, encargado también de la publicación del LP.
Lo de 'Hollow Tomorrow' es un atraco a mano armada con tiroteo incluído, un horror que se vive bajo el manto del ruido tremebundo industrializado que deja por los suelos a Girl Band, y las pone a ellas del lado del punk más hardcore, bajándoles los pantalones hasta la rodilla a los de Dublín, ya que ellos no aguantarían ni tan siquiera el primer envite, lo que acompañan con unos vocales que no le ven las orejas al lobo, manteniendo un rock abrasador que se alimenta de la perturbación baterística de The Coathangers, dando una clase magistral de populismo sobre la niebla que se encuentra bajo ella, con las cuerdas rompiendo la estabilidad emocional gracias a la agudeza de sus alaridos.
'Double Down' se cubre bien las espaldas, tanto que el militarismo que les mantiene en la friend zone se olvida de todo, y se alinea con la potencia desbordada y controlada de la bestia que encierra en su interior dos ángeles de Charlie a los que les va la sodoma y gomorra, sobrecargando el master de muertos vivientes fantasmales que encabezan la revolución francesa con la que se planta 'Bum Song', ganando la batalla el noise, cargándose al enemigo a base de dentellazos en las guitarras, lo que auspicia a la rotura de las baquetas por encima de éste, dándose el lujo de acabar dejando un riego de sangre amplificada sobre el escenario sin ningún ser vivo viviente sobre su faz.
Tal y como mostraron en 'Prologue', el piano es otro de sus instrumentos fetiche, de momento dejando que repliegue sus alas en solitario, sin mimetizarse con su mundo, o casi, ya que 'Interlude Part.1', nos lleva al mundo de Dexter, convirtiéndose en sus propias justicieras, salvando su alma de las garras del infierno con esos susurros de desesperación, una llamada más al baile de máscaras góticas que es 'Interlude Part 2.', mostrando un cuento infantil endemoniado por el que asoma el monstruo de Stranger Things, con una tiniebla a su alrededor que condenaría al mayor de los valientes, creando con ella la sensación de que las marionetas bajo su tutela, le ponen la alfombra roja a 'Good Conversation', quedando la sátira atrás, con la muerte acechando al oyente cada momento que el metal hardcorizado con migrañas frivoliza las palabras del dúo.
'Izardus' se retuerce de dolor, el cual llega disfrazado de ayuda gubernamental, con las cuerdas intentando desviar la atención del monstruo para salvarse, y aunque no hay palabras de agradecimiento, el resurgir de sus cenizas muestra lo que era vox populi, que el mal ha vuelto a ganar a los que se han convertido a su causa, a pesar de las constantes idas y venidas de un punk que se ha reído en su puta cara hasta el punto de transformar el lloro en puñaladas en la espalda, pero las mentiras se pagan, y su traición les cuesta la vida, no sin recibir una buena ración de horrores, los cuales se alejan del mundo auditivo.
Foto de Kelly Breez
