El punk está de enhorabuena con la llegada de Bitch Diesel, un trío que lleva lanzando obras de arte desde el 2016, cuando todavía eran un cuarteto, lanzando por aquel entonces 'Pash Rat' y 'Manager', punk de sobremesa de licores caros que tiene la esencia de NOTS en la primera, y de The Coathangers en la segunda, juntando en ambas las voces de todas sus componentes, blandiendo tanto tranquilidad como excitación fuzzera sobre la instrumentación, compuesta por las guitarras de The Falcon y The Stang, el bajo de Silver Skidmark y la batería de The Charger, bajándose del carro australiano la primera, enfrentándose 'The Skull' a la adversidad empapando sus vestiduras de alcohol y barrios underground donde la suciedad del lo-fi destaca por encima de la psicodelia, el pop inocentón sesentero y el garage, poniendo los pies en el barro cuando el grunge con mayúsculas se hace con los mandos, saliendo de él con un noise que incluso aúna algo de shoegaze en su alma.
Si el cambio no ha valido para acaparar las portadas, 'Red Love Witch' se empeña desde el principio en ser esa hostia en la cara que no deja indiferente a nadie, para lo cual vuelven a ponerse rocosas en cada una de las dos versiones que ofrecen, la dedicada a las radios y la extendida, conteniendo esta última parte de una entrevista radiofónica en sus inicios, valga la rebundancia, pasándose así por el forro cualquier etiqueta, aumentando más si cabe la ansiedad alucinógena que desprenden con 'THE VOID', un último envite contenedor de un stoner witcheado, que gracias a una oscuridad helada, es capaz de cortar cualquier atisbo de aliento que pueda salir de su boca, entrando la instrumentación en calor con un espejismo basado en un dream sintético que se guía por la estridencia de las cuerdas a altas frecuencias, llevándose por delante toda esperanza de vida.