Jackson Reid Briggs & The Heaters - Hammered

El cuarto disco de estudio de los australianos Jackson Reid Briggs & The Heaters, "Hammered", via Grubby Publications (AU) y Beast Records (EU), acumula en los vocales una agresividad instantánea que no se había visto hasta ahora en Jackson, cantante y guitarrista del sexteto que junto a sus The Heaters, léase Ricky Terrid (vocalista & guitarrista), Ryan Potter (guitarrista), Gaz Boot (organista), Mick Whiting (bajista) y Shauna Boyle (batería), ya amenizaba los días y las noches en "It All Comes Down", contando ahora, como muestra 'Always Take Time', con la ayuda extra de Lloyd Honeybrook (saxo) y Deon Slaviero (sinte), descargando animaladamente garage, fuzz y rock que mama de los 70's, alimentando los coros el noise de su alrededor para reducir así el voltaje y animar una celebración orquestada a través de una trompeta que, a pesar de la intentona, no consigue quitarle el protagonismo al punk desgañitador del micrófono, pelea que llega a 'Knock It Down' en forma de distorsión y riffs condensados en el espacio-tiempo, con los que crean su propia feria de atracciones, incluyendo un atraco a mano armada originario de la época e ilícito por mamar el espíritu pulcro y quinqui de la calle, cercado a lo anglosajón en lo que a instrumentación se refiere en 'Hide Away', explosionando tortuosamente a medida que la trompeta da el último resquicio de su voluntad.

'Useless' muestra un desprecio por las formas que empieza con cada uno de los integrantes tirando de su cuerda para llevar el control, hasta que el desmadre sale de su escondite y los pone a garagear estridentemente al unísono y así caer de pie en el bucle apocalíptico de 'In The Red', el cual, reverberado al micrófono, opta por un mundo de sci-fi en la que por fin, el monstruo se come al protagonista, llevándolo al límite, desquiciándolo, fuzzeándolo, hasta alcanzar el éxtasis y hacer que desaparezca y no sea más que polvo en suspensión cuyo holograma es el que da identidad al sello de Los Ángeles, momento lacrimógeno cuyos pensamientos están más por la labor de pasar el trámite de 'Hammer' que de enredarse en minundeces que no vayan directas al corazón y lo desangren lentamente.

Para remediarlo, 'Rented Fists' le imprime a su sonido una aceleración maratoniana que desemboca en un pogo capaz de anestesiar las penas anteriores y convertirlas en un poso de lo que parece su reencarnación, la cual actúa como primera piedra del camino a no perder, a lo Hansel & Gretel, por parte de 'You've Got It Now', donde la vieja escuela reclama su posición mientras escupen a las pseudo versiones que intentan traer el espíritu de bonanza musical anterior a este siglo, saltando chispas al entonar un enamoramiento satánico desquiciado de riffs electrificados, cuya sobrecarga sigue reclamando los clásicos, ahora de forma vomitiva y con el tonito de IDLES, para no tener en cuenta que 'It Was Down' no es la mejor de las disculpas en este mundo de lobos si ellos no lo han conseguido.


📷 M P