Steffan Hofland le dice adiós a Beach Coma dándole la bienvenida a Knife Massage como frontman, proyecto que comparte junto al guitarrista Jim Impelmans, el bajista Franco Ludwig y el batería Bart Hoogvliet, trayendo bajo el brazo un EP homónimo que Belly Button Records se encarga de editar en un 7" de una sola cara, suficiente para que 'Words Are Knives' muestre un mundo de alunizaje psicodélico en donde la situación se complica aún más por la rebeldía mostrada en la instrumentación, lo que a oídos del resto se traduce en una panda lo-fi de punk, hardcore y garage maleantes, fuzzeando las cuerdas hasta perderse en ese camino rocoso que ellas mismas han creado.
La suciedad se traslada a 'White Male', donde los vocales cobran vida en un entorno setentero cuyos barrios bajos exponen la crudeza ancestral de la época, convirtiéndose sus miembros en los maniquíes vivientes de aquella historia, propagando el fuego característico de Ty Segall y los primeros Oh Sees, sin olvidarse, como su antecesora, de poner sobre la mesa a su Jimi Hendrix particular, dotando al resto de unas alas con las que hacer seguir haciendo el mal en el tema que da nombre al álbum, cayéndose literalmente el techo del estudio con la lujuria que pone el noise a su servicio, dejándose llevar los vocales por la catarsis de la juerga nocturna que se marcan, quedando patente que lo que pasa en Rotterdam, no debe quedarse en Rotterdam.