Tras hacer su presentación oficial hace dos meses, Callum aka Yore, vuelve al terreno de juego para presentar su álbum debut homónimo, via FLAT FIVE Records, en el que suma diversas colaboraciones vocales que complementan su faceta instrumental, donde el dream-bedroom-pop es el camino a seguir, con 'Sally Out' recibiendo una oleada de electrificación cordal a la que el micrófono dota de una reverberación psicodelizada que se hace cargo de su alma, obra de Mellah & Nuha Ruby Ra, siendo esta última quien rebaja la temperatura de las brasas del primero, aunque el garage enrevesado que alcanza la instrumentación, hace que sus esfuerzos caigan en vano, encontrándose en 'Shade' con una aliada en su lucha, Black Cold Buffalo, la cual, aparte de tener el mismo tono característico de Raphaelle (Braids), lo lleva a su punto de congelación, perfecto para recibir a 'Hawing', cuyas aguas termales son el contraste navideño a los copos de nieve que van cayendo, gracias a la incorporación de Rakel Mjöll, quien sabe tornar los tempos para que la magia sea perpetua, como Katie Drew, razón que obliga a posponer a 'Bon Mot' el hacer piña con King Gizzard & The Lizard Wizzard, enmienda a que se acoge también Milan Monk en 'Open Lights'.
'Sol' es el punto y aparte instrumental, abogando por la propagación acuática de un sonido que cuando cae, se refleja en los 90's y un ritmo funky, al que ponen a bailar entre las brasas de lo vivido anteriormente, paralizados por la celebración en familia que supone 'Zig Zag', donde toca parar el tiempo y cerciorarse de tener bien cerca a DIIV, necesarios para que 'Fever Dreams' encuentre la inspiración de sobrevolar sus propios pensamientos, impulsando 'Inside' a cerrar los ojos y dejarse llevar hasta alcanzar el nirvana esencial de felicidad, abriéndolos poco a poco a través de la espiritualidad de '40/40' y volver a la realidad pero con energías renovadas y el aura limpiada.
📷 Eddie Whelan