Tienen el mundo a sus pies y Grandmas House lo resumen en su cassette debut, via Brace Yourself Records, auspiciada 'Always Happy' por la tensión punk vocal más violenta, esa que derrocha Yasmin al micrófono a través de una determinación en crudo, que da buena cuenta de la ironía de la lírica, y aunque no necesitan el apoyo del rock, siempre está bien tenerle de tu lado, lo mismo que el garage y el post-punk, por mucho que suenen suavizados a lo largo y ancho de sus cimientos, algo que de forma transgresora, les permite concienciarse de que todavía tienen que alzar la voz para ser escuchadas, sabiendo que ellas preferirían que se les notase sin mediar palabra, de ahí que 'Small Talk' se comporte como su Mr. Hyde, con las cuerdas a dos bandas en rebeldía para desvariar el conjunto inicial y llevar su empoderamiento pasota a una B-Movie, por cuya sangre corre trash blues extrovertido, fuente de alimentación de una electrificación con la que a uno acaba definitivamente de erizársele los pelos ante lo que se nos viene con el trío de Bristol.