'Yellow Snow Drink' se regocija en un futurismo que de forma abrupta, se ve abortado por un folk cantado y tocado al lado de cualquier buena hoguera, estableciendo una pausa a la que 'Electro Bike Asshole' pone de vuelta y media con una descarga eléctrica, sentida como una rehabilitación moral que se ve condenada al éxito, no hay nada más que mirar esos ojos inyectados en sangre, sedientos de letras psicóticas y faltas de respeto envalentonadas en esa celebración en familia que pone en jaque los excesos del día anterior aka 'Get Drunk On You', provocación a la que 'I love You' responde contundentemente poniendo toda la carne baterística en el asador, junto con ese amor esquizofrénico que te persigue a través de aquellas consignas que son el mismo 'Devil Baby', entonando aquí una desesperación máxima que revienta desde dentro nada más ponerse 'My Down Is Your Up' en el ojo del huracán al representar el genocidio del diablo de Tasmania y combinarlo con el frenesí poético de la instrumentación, poniendo el punto final ese requiem que es 'Dead (Mortem Batkovic)', presumiendo de un lavado de cara que lo equipara con la versión original de La Familia Addams.
The Monsters - You're Class I'm Trash (Du Hesch Cläss, Ig Bi Träsch)
The Monsters, 37 años y en la cresta de la ola, algo que transmite uno de los mejores álbumes del año 2021 y 2022, "You're Class I'm Trash" o su versión suizo alemana, "Du Hesch Cläss, Ig Bi Träsch", via Voodoo Rhythm Records y Slovenly Recordings, respectivamente, deslizando 'Gimme Germs' una oda al trash garagero, envalentonado y combativo, que golpea a mano abierta el poco juicio (sano) que les queda, integrando un hábitat bluesero en un estado básico que deja abiertas las escotillas de la saturación de 'Smell My Tongue', donde riffs lujuriosos sacan el osado carácter que siempre les ha caracterizado, distorsionando así su aceptancia animal con una brutalidad instrumental y vocal, punk mediante, obra de Beat-Man (voz y guitarra), Janosh (gritos y bajo), Pumi (Coaxial jackson) y Swain Lee (batería), quienes aceleran el paso en una 'Carpool Lane' cuya sintonización alardea de stoner y post-rock, ambos desfigurados al retozar en el fango distorsionado y sobrecargado, en esta su película de terror, siguiendo el guión 'Dead', maestría de alcoba que derrocha sangre al poner el grito noisero en el cielo mientras por detrás devoran todo aquello llamado a ser de buen gusto, sobreviviendo 'Stranger To Me' a dicha barbarie emocional gracias a un sonido barriobajero, en el que la puñalada trapera proviene de esa colocación violenta, psicótica y espacial, de sus elementos, volando con cada 'Blasphemy' programada y el poder de estas para divisar el futuro de (Thee) Oh Sees en sus próximos treinta años.