Palmers - Seasonal Affective Disorder

Palmers han utilizado la pandemia para desarrollar un álbum debut, "Seasonal Affective Disorder", que puede ver la luz también en vinilo si su crowdfunding sigue adelante, apuesta segura a tenor de la magia psicodélica y rockera de ese entrante y primer plato que son 'Zitch Dog I' y 'Zitch Dog II', siendo este último donde la cosa se foguea al son de un post-punk acelerado, el cual es moldeado por la voz de Raquel Custódio, manifestándose por momentos desde un mundo que se les pone del revés, de ahí la insistencia cordal de Vasco Cavalheiro a la guitarra y Cláudia Brás al bajo, pero que a ojo de 'Looking Around', descubren un momento poppy de introspección que mucho tiene que ve con las primeras The Coathangers, y al igual que ocurre con las de Atlanta, la dureza ante las adversidades se manifiesta en 'Leave Me Now' en torno al final de los 70's y principios de los 80's, además de unos potenciadores estilísticos excelentes como lo son el garage y los riffs de banda llena estadios, apuntándose a última hora los 60's más caleidoscópicos.
  
En 'Ripped Raper' las reverberaciones manejan el spoken word de la cantante en un primer plano inédito difícil de acometer hasta el día de hoy, ya que lo normal, como en la canción que da nombre al álbum, es escucharla al mismo nivel o incluso por detrás de la instrumentación, aún así, no llegan al shoegaze por falta de insistencia, ya que los elementos acaban dispersados sobre una niebla que deja espacio a su forma de entender el jazz experimental, grandilocuente además de ser una oda al título, algo que les podría dejar faltos de energía para afrontar 'Play Act', nada más lejos de la realidad a tenor del ruido que consiguen montar a su alrededor cuando se lo proponen, bajando el pistón para no sobrecargar los solos de unas cuerdas que bien podrían sonar en Woodstock del 69, contraste de anabolizantes al que se ve sometido 'Echolism', viviendo con un miedo constante que tornan a control totalitario sobre la situación, supeditando todos a una el tema a un punk vocal de que le va a ser difícil escapar, encerrando una parte de largometraje que seguro han vivido en primera persona, por mucho que todavía estén en sus 'Twenty Eight'.