El camino andado por dust empieza ahora tras firmar con Kanine Records, hablándose ya de un álbum debut en el horizonte que seguiría a su último single, 'The Gutter', en el cual, Gabriel Stove y Justin Teale (voz y guitarra), Adam Ridgway (guitarra y saxofón), Liam Smith (bajo) y Kye Cherry (voz y batería), imparten sentencia a base de post-punk australiano, connotación para aquellos que no pueden dejar de lado el garage, el fuzz y el rock ensoñador por antonomasia, ese en el que las cuerdas piropean la distorsión, el baile de cabezas y esos síntomas de psicodelia que permanecen en un segundo plano, pendientes todos ellos de la solemnidad de unos vocales que ya aparecían en 'No Use', atribuyéndose este una calma resquebrajada cuando su parte más shame aparecía a colación de la lírica, manteniéndose al acecho para volver sobre sus pasos, aviso que ya lanzaba 'Stare', levantamiento ágil del pensamiento contra sus desavenencias amorosas en clave shoegaze.