Los primeros acordes del último single de Chalk, 'Static', nos llevan levitando al universo de Gilla Band, algo lógico mirando que su pasaporte marca Belfast, así que la industrialidad brilla con una luz propia que también da cobijo al post-punk que atesora, blandiendo las espadas cuando el punk penetra en su Mr. Hyde y hace que la distorsión, la oscuridad y la dureza de la electrificación, inunden el espacio sonoro de un noise cortante, provocado por Ross Cullen (voz), Benedict Goddard (guitarra y sinte) y Luke Niblock (batería), restos biológicos que ya circulaban por 'Velodrome' y 'Them', el primero con un marcado acento electrónico berlinés y unas altas frecuencias hirientes, para que el mensaje lírico cale por las buenas o las malas, drum'n'bass mediante, reverberando y haciendo que salten chispas mientras la huída de su pasado marca la banda sonora también de la segunda, explorando aquí cómo esos miedos y ansiedades influyen en los sueños, adecentados ellos con un pase de cortesía, a modo de unos Viagra Boys exaltados en una pista de baile abarrotada de pogo ensangrentado por el desfase que sobrevuela entre sus movimientos.
📷 Sienna Lillie Munn