Pound Land - Violence

Aunque Cruel Nature Records ya había avisado de ello, nadie puede prepararle a uno para un nuevo álbum de Pound Land, y menos si lleva por título "Violence", algo 'Programmed' desde los bajos fondos de su cuartel general en Manchester, donde la distopía sonora concentra un ruidismo abocado a entenderse con el punk vocal y las interferencias más redimidas, cordalmente hablando, siendo el saxofón de Jo Stone la parálisis cerebral que asola el camino para que el fentanilo no lo asole de zombies incandescentes como el 'The Last Suffer' que vivir, sino tratar de entenderlo rock e industrialmente, curso acelerado para mentes privilegiadas que saben lo que pasa alrededor aunque no quieran reconocerlo, golpe en la sien que da ese 'New Labour' que ha atraído a este nuevo disco a Steve Watson, Adam Petiss, Stephen Bradbury y FJH, reverberación mediante, de la maquinaria que utilizan para crucificar la claustrofobia alternativa a la que someten al oyente, a bajas frecuencias para que 'Six Inch' se haga cargo de las altas y nos devuelva al estado mental originario, performance artística corporal mediante, donde encontrar los límites de un rock llevado también a los anales del garage.

'Fucking Joke' es el bálsamo interpretativo más estético presentado hasta la fecha, haciendo el slugde los honores de llevar el tema hasta límites metalúrgicos, haciéndose cargo las sobrecargas de pulir hasta el más minimo detalle de su composición, siendo 'Media Amnesia' la provocación post-rock que necesitaba su nueva puesta en largo, criticando líricamente la facilidad que supondría existir sabiendo la mitad, pulverización de una memoria que perdona y no olvida, ni tan siquiera cuando de 'Low Health' se trata, apoderándose las máquinas y la electrónica de ella como única forma de malvivir, quedando como única solución para sobrevivir 'Violence Part 2', post-punk inflingido de filtros que por mucho que se exhiban en sus versiones más distorsionadas, jamás impedirán el manifestarse vocalmente mientras claman de forma agresiva contra la misma mierda de siempre que encima va a peor, incluyendo la hegemonía corporativa, la cultura empresarial, la influencia de los medios de comunicación dominantes, la automatización, la polarización de clases y la austeridad económica.