Pons - The Liquid Self

El trío de Brooklyn Pons debutan en largo para Dedstrange con "The Liquid Self", saliendo del fango con la psicodelia amortizada de 'Fish Out Of Water', introducción al salvajismo personalizado que es 'Sinking Feeling', donde el rock y el garage se entrecruzan en el camino del punk vocal, opera prima vívida que lleva a la locura y al desenfreno más autoritario jamás pensado en Sam, Jack y Sebastien, emplazando en esta tesitura 'Hooks' el rollazo de The Wytches, ya sea por acercarse a la oscuridad, planear su estrategia fantasmagórica por encima de ella o, simplemente, por deleitarnos con ese muro de lamentaciones que busca la redención cordal antes de otorgar a 'Crabbing The Bucket' el puesto de mandamás a la cabeza de esa alucinación masiva que restriega sus penas por entre una sala de cabaret bien llevada al siglo XXI, desdoblándose los vocales lo-fi como un ente enfermizo que va pasado de vuelta y media en su propia aventura baterística.

'Flounder' eleva la festividad de todos los santos a un paso de baile acompasado al que es difíicl resistirse, sobretodo si lo que le sigue es un mosh pit de todos contra todos, volviendo a sacar su herejía a relucir en un último intento de desalojar su quimera particular, a lo que contribuye 'Queen Conch' con un jazz grunge jamás escuchado en la faz de la tierra, disparando los sesentas todo su arsenal psico-espiritual para cabalgar así por un maltrecho rictus de fuzz que no podía acabar de otra manera que no fuera melancolía pura y ahogamiento sonoro, piezas de orfebrería que también planean por entre las alas mágicas de ese interludio sistemático que es 'Flight 19', fuente de inspiración para una 'Coral King' desatada en efecto y forma, no callándose ni debajo de todo el agua que se han tirado encima, erigiéndose además en uno de sus bastiones, a la altura de King Gizzard & The Lizard Wizard, eso sí, hasta que la industrialidad golpea con fuerza y convertirse en un sálvese quien pueda para 'Manfish' y el 'Doctor Octopus', dentro del 'Big River' en el que se ganan el descaramiento más puro de asociados a la causa del metal, el noise más irracional y toda aquella corriente de poder que imagine el subconsciente más apático para con el respetable, más incluso que Osees.