Pons - Intellect

Jack Parker y Sam Cameron, se liaron la manta en 2018 y se cascaron el EP "They Look Like People", el cual, es la perfecta banda sonora pre navideña, siempre que le guste a uno aderezarla con un dream-post-punk psicodélico de crudo garage, y así no caer en los tópicos benevolentes ambientales de sus tempos, algo que siguieron a rajatabla "Being The Prey" y "Dread", sus otros dos mini álbumes como dúo, engranando una oscuridad underground, que reverberada al micrófono, dota a los engendros de una temática de terror, que no llega a ser horror por centrarse en un weird egg-punk distorsionado cuyo hábitat es la pista de baile, con constantes llamadas irónicas al pogo que derivan en un rock electrónico capaz de calmar las aguas hasta la entrada de un nuevo miembro en escena, Sebastien Carnot, con el que la banda publica su álbum debut, "Intellect", a través de su propio sello STICK N' MOVE Records, llamando 'Bird And Boy' a las masas y entrando en su subconsciente, para lamerles las heridas e ir enseñándoles que el camino debe ser 'NO SQUID', en la que los vientos de Rats On Rafts encierran la desidia de una instrumentación que funciona a vaivenes, saltando de su explosión congénita, un glam rock que es una marcha militar para el garage psicológicamente enfermo, que para colmo, ve como su aceleración queda condicionada a sus constantes cambios de humor, los cuales acaban por dinamitar la conciencia de 'Primal Urge', donde el trío de Burlington, escupe fuego por la boca al tiempo que, un psycho-punk tenebroso, oculta en su interior una industrialidad a la que no se esperaba por estos lares.

Con el fuzz haciendo acto de presencia entre riffs que buscan guerra, 'Buzzed' aparece a fin de que la anarquía reine a sus anchas por entre el descontrol instrumental, volviendo por sus fueros de cordura cuando sintonizan su frecuencia modulada de resonancia, ironía de la vida que les lleva a 'Jimmy Two-Time', sonrojo aventurado en pos de un parecido razonable con Trudy And The Romance, que roza lo perturbado al mezclar los vocales de los de Liverpool con el universo paralelo estridente que ronda por nuestras orejas desde hace rato, información que 'Dick Dastardly' radia con afán para que nadie le haga ascos a su blues rock psicodélico, el cual viste sus mejores pedales, llegándose a enfrentar por ello contra el dream-pop de un Mac DeMarco venido arriba, algo a lo que ayuda la encriptación bucólica de 'Polly's Hotel', cuyo portón trasero abre una puerta a The Cool Greenhouse y sucedáneos.

'Fabrication' abre con la 'Intro' a destiempo de Warpaint, arrastrando consigo los restos estilísticos de su antecesora, aunque aquí la cosa mejora gracias a la electrificación de abeja vocacional que choca con el apagado universal al micrófono, engarzando un rock sobrecargado a los mandos, encontrando su refugio en los 70's, con (Thee) Oh Sees y The Devils amartillando un ritmo ya más propios de los segundos, locura experimental que sufre un cambio de tercio en 'Subliminal Messages', donde la representación electrónica corre a cargo de Mr. Oizo y Locomia, abatiendo sus abanicos para crear una corriente cuasi hardcore con la que 'Golden Handshake' bate sus alas mientras dibuja una postal de amor quemada a lo bonzo por un órgano sin escrúpulos que les quita lo único que les quedaba, sobreviviendo 'LADDER' al mostrar un empoderamiento que retrocede primigeniamente en el tiempo hasta encontrar sus raíces, con su parte más de cowabunga cruzándose como buena samaritana con el Elvis Presley más retrógrado que uno pueda imaginar, ya que esta parte de él, ni siquiera existió, adjetivo que se adjudica 'I See My Name In The Lights' al querer hacerse con el control de la pista de baile, utilizando para ello sus secretos noventeros de rebelión technoide, llevando al pánico a 'W.A.S.P.', a la que no la queda más remedio que afincar su sonido en los 70's, aunque los fantasmas de ILL los persiguen hasta sus últimos días aka 'The Hypnotist', aunque al tomar la forma de Moquete, todo se relaja y acaba en una jam session lo-fi que vuelve a poner de relieve el sonido de los Rotterdam.