Sonoramente, son un filón que se apropia del bucle en el que le meten a uno, axfisiándolo hasta que su recreación les obliga a parar, ya que en ese momento, están deseosos de enseñarnos lo siguiente en lo que andan metidos, como el rock garagero de 'Spahn Ranch Dance', una oda a lo alternativo y a su manera de funcionar, creando una base rítmica que ensucian a su antojo a base de distorsiones, ya sean cordales o baquetales, exhibiendo un punk al unísono microfonal con el que llegar a ese noise binaural que tanto éxito les ha dado, sacando toda la bilis interna en modo lo-fi en 'Blood On Brighton Beach', desenterrando el escudo maníaco depresivo con 'Burning Spear', circo romano sonoro del underground por excelencia, con sus deformaciones y rarezas instrumentales siendo las protagonistas, reinando el espectáculo de fuego en 'Death Valley' 69', haciendo saltar todo por los aires esa sobrecarga inhumana que es 'Speed Jamc', la cual se relaja en los inicios de 'Ghost Bitch', donde la oscuridad marca un punto y aparte de placer cósmico, con Kim más poderosa que nunca al ocupar todo el espacio frecuencial a su antojo, rodeada de sci-fi en los momentos donde permanece callada, escalando en su camino hacia la gloria 'I'm Insane', erijiéndose en el salvador eclesiástico de violencia lírica extrema, atormentando al respetable con un rapapolvo de fuzz orgánico que se balancea ante 'The World Looks Red', cambiando su apantallamiento en blanco y negro, por uno en color que resalte a la perfección todas sus alucinaciones, dejándolas de lado al empoderar a la mujer en esa canción que presentan de forma irónica como 'Flower', cuando realmente se trata de 'The Word (E.V.O.L.)', fluyendo la lava por su garaganta como el amor que se encuentra entre paréntesis, mientras que el post-punk queda reservado para su 'Brother Jam-Z', una carrera de obstáculos cuyos testigos de jehová provocan agnosticismo a su alrededor, lo que se merece un bis por la calentura del momento vocal, siendo 'Killed And Kicked Off' un resumen excelso de lo que algunos parecen empeñarse en verlo como si el mismísimo diablo se apareciera en persona... y qué si así fuera?
Sonic Youth - Walls Have Ears
El curioso caso del álbum "Walls Have Ears", via Goofin' Records, es que ahora es la primera vez que se edita en 2x LP bajo la aprobación de Sonic Youth, algo que no sucedió en 1986, cuando vió la luz por primera vez, de ahí que lo rodeé una expectación inusitada, traducida esta en experimentación a lo largo y ancho de sus cuatro caras, con protagonistas de lujo como 'Kill Yr. Idols', un efecto de fuerza de Kim Gordon (voz, bajo, guitarra), Thurston Moore (voz, guitarra, bajo), Lee Ranaldo (voz, guitarra) y los baterías Steve Shelley y Bob Bert, presentes en el primer y segundo disco, respectivamente, con 'Green Love' mostrándose mental para dar paso a la letalidad de 'Brother James', un concepto esotérico de latigazos reverberados, que en directo hacen más daño, si cabe, con la sensación de tener ese enjambre de abejas encima de uno mismo, llegando a un ruido vicioso que solo se aleja cuando 'I Love Her All The Time' hace acto de presencia, y ni aún así uno puede estar seguro del todo de que los de Nueva York no vuelva a clavarles su exótico aguijón, como así acaba ocurriendo.