El nombre de Makeshift Art Bar hay que escribirlo casi en mayúsculas desde ya, y es que la pinta que tienen llama a ello, poniendo el trío de Belfast el listón muy alto con sus dos primeros singles, emergiendo la oscuridad de 'Inertia' desde lo más profundo de sus cuerdas, rockeando de forma transigente incluso cuando los vocales reverberados se les vienen encima, creando una atmósfera que acelera su ritmo cardiaco a medida que los bajos fondos provocan las primeras chispas, de lo que finalmente se sostiene sobre un fuzz en llamas, alcanzando una velocidad diabólica y un punk al micrófono en el que parece que Mr. Hyde se ha apoderado de Joseph (voz, guitarra), Callum (guitarra, bajo) y Alleyah (batería), algo que definitivamente se cuenta solo en el segundo tema, 'Birthday Party', en el que el punzamiento creacionista del mismo, se ampara en su antecesor, aunque aquí los tiempos se apuran más si cabe para encomendarse a la industrialidad satánica de sus majestades Gilla Band, quedando en casa este juego de terror, cuyo fin más inmediato parece ser el descenso del apocalipsis hasta justo debajo del garage de los dublineses.