Shopping - Consumer Complaints

Shopping son un trío bien avenido a medias entre Londres y Glasgow, como esos coros repartidos entre la bajista Billy Easter y el batería Andrew Mïlk, haciendo Rachel Aggs las veces de vocalista principal y de guitarrista, siendo "Consumer Complaints" su álbum debut, el cual es publicado a través de su propio sello, al que el Andrew da nombre con su apellido, MïLK Records, aunando en él un post-punk juguetón como el que avala 'Any Answers', donde la instrumentación muestra una seriedad que no comulga con el micrófono, con lo que consiguen dar otro punto de vista al estilo fortificado a finales de los 70's, recolectando las cuerdas de 'In Other Words' un brillo tal, que gracias a él, las cuales mantienen la cordura ante el estallido de los platillos por gracia y obra de una batería que se viene muy arriba, lo que obliga al personal a mover su cuerpo por la pista interplanetaria construida con los brazos en alto de cualquier celebración, incomodando con ello a 'We Say You Pay', impregnada de la oscuridad del bajo, intimidando con ello a sus dos compinches, los cuales al principio temen posibles represalias, pero a medida que avanzan el tema son conscientes de que si no se revelan, el infierno se puede alargar bastante, de ahí las burlas ante los mandamientos dictatoriales para acabar con ello, de lo que se beneficia 'Get Going', a la cual la entran las prisas por volver por los derroteros marcados antes de su antecesora, llenándose de gloria eclesiástica mientras su concepto va arraigando, y todos vuelven a subirse al caballo ganador que apuesta por esta vuelta de tuerca licenciada en los pilares del estilo, pero añadiendo siglo XXI a su doctorado musical, algo que 'Moyet's Voice' aprueba, e incluso se permite el lujo de ponerle un toque cincuentón al asunto.

Parece haberse desatado una guerra en el viejo oeste, de la cual 'Hard As Nails' se hace eco tratándosela de llevar a su terreno, lo que recrudece aún más el trato anteriormente instaurado, donde los mandamases intervienen para que el orden se vuelva a instaurar, así que a 'Long Way Home' no le queda más remedio que ser prófuga de si misma si quiere sobrevivir, atrayendo comentarios del estilo 'has tomado el camino incorrecto' o 'estás sola', pecados reconocidos bajo coacción mental que difieren de la verdadera realidad, la que 'Right Now' caricaturiza rociando por encima un toque de rock duro, apoyo moral para aguantar todo lo que le viene encima.

'For Your Money' muestra su cara más amable, suavizada por unos acordes soñadores que no evitan un rastro de rudeza en los vocales, en sus formas y en su lírica, saliendo a la luz junto a 'Hanover Cure', la consigna que de aquí en adelante esta va a ser su nueva caracterización, donde la instrumentación de base va a mostrarse fiel al original, pero sin faltar ese punto de experimentación que aquí los hace garagear o, en el caso de 'Santa Monica Place', surfear por encima del godo, bailando 'You Are A Sort (Don't Call Me)' a contrapie todo el rato, consiguiendo así envolverse en una bola de ruido de la que todos participan, elevando la desentonación 'Theme', al galope de unas cuerdas que se alían con los vocales para provocar una sátira punk que les deja exhaustos.