El quinteto de Oakland O.C.D., presume en la biografía de su EP debut, "Growth", que fusionan bossa nova, con rock y jazz, pero la verdad que esto es dream-pop rockero con el post-punk de Eagulls a los vocales.
Buena muestra de ello da 'All The Things I Know', edulcorada por un sonido que tambalea las olas del mar mientras nuestro particular George Mitchell da buena cuenta de finales de los 70's al micrófono, con una de las guitarras y la batería llamando por debajo a Joy Division, con el descaro que 'Best Friend' la permite, siendo ésta una infiltrada en el mundo del rock que se guarda el estilismo de la instrumentación anterior para sí misma.
Escuchando 'I Don't Despise You', parece que la anterior animadversión digerida por los oídos se trataba de un mero paréntesis, ya que todo vuelve por los fueros iniciales, y quizás, por el volver a ello, la alegría ha invadido a todos su componentes, mostrándose con una luz que hace incluso elevarse los vocales a los altares, parándose en seco para volver a ejecutar los mismos pasos de baile, esta vez con el recuerdo de Lois también de su lado.
Haber dado con la tecla supone venirse arriba, y 'Awake' no duda por ello presentar un rock compartido a medias por los 50 y lo 60's, haciendo del baile su seña de identidad aquí, alcanzando la psicodelia para que llegar a la catarsis de combustión espontánea, salpicando a la ochentera 'Fall', entre Stranger Things y Two Door Cinema Club, con un teclado atmosférico que lucha por mantenerse en unos años antes, aliándose para ello con la compañía eléctrica, pero ni aún así, ya que el tema parece que solo está pensado para realzar la multiculturalidad que sus integrantes reflejan, viniendo cada uno de ellos de su madre y de su padre, pero poniéndose pragmáticos con este recuerdo en 'Somehow', volviendo a ponerse a tiro de mar para su última incursión, con el desgaste haciendo mella en el micrófono, ya sin poder llegar al primer plano que marca la corriente final, marca de la casa Bloc Party.
Foto por Jon Delouz