CAIROBI publican su álbum debut (via Week Of Wonders) tras saltar la banca con unos cuantos singles y un EP debut, "Distant Fire", del cual rescatan para la ocasión 'Zoraide', elevando el tropicalismo a niveles de tribu africana mientras los comensales lanzan sus conjuras alrededor de una hoguera en la que las guitarras marcan el paso, dando pie a que el teclado esparza su magia sobre los bailarines a fin de conseguir que sus deseos se cumplan, abriendo 'Habitat' la caja de pandora de los mismos, conteniendo en su interior un secreto que solo los poseedores del vinilo encontraran, donde existe un final alternativo al de la versión digital, donde 'Inside The World', para ya más regocijo, es poseedor de la misma melodía, cuyo sonido se ha extraído de un saxófono tenor.
A raíz de ello, 'Gristly Words' muestra una emoción desbordada, cuya excitación queda bien recogida por la batería, uniéndose el resto con su fiesta instrumentalista, en donde con los cortes vocales parecen disfrutar haciendo de speaker del juego de las sillas, eso cuando no disminuyen su volumen y alcanzan con ello a Oscar & The Wolf, mayormente visible en 'Step Aside', la cual se lo flipa con algo de psicodelia, pero dejando a la vez claro que la experimentación popera es lo que lo mantiene en lo más alto de la ola, recibiendo 'Lupo' la brisa, al tiempo que los ojos permanecen cerrados y uno se deja llevar por Tame Impala.
En toda clase de experimentación se debe mentar a Animal Collective, y aquí no va a ser la excepción, aunque los precursores combinan aquí su legado (Oy, Liima, ...) con unos de sus alumnos más aventajados, Glass Animals, los cuales sacan su mundo de microsonidos animal en 'Systems Of Mutual Doubt', estallando su burbuja en 'Germ', que sin ningún texto, sabe devolvernos a los tiempos de infancia en que cada color y forma se convertían en un nuevo mundo, siendo el arábico el que da forma a 'Saint', con torceduras de ritmo para alcanzar el estatus de estrella de rock que ondea sobre Lenny Kravitz, con ese rollo embaucador que solo el tiene y que 'From Some Other Planet's Sky' no tiene riffs suficientes para transmitir el placer de dejarse solo llevar y disfrutar de un viaje sin psicotrópicos y a bajas revoluciones.
'Ghost' se mantiene cómodo en primera fila, disfrutando del sci-fi con gafas 3D con restallidos de amor al micrófono, con el pop empalagoso haciendo de las suyas, insistiendo hasta embaucar a 'No Better Ending' a seguir el mismo camino, desprendiéndose de casi cualquier acompañamiento, como si se remangaran para demostrar que no ha habido ni trampa ni cartón en este viaje mágico, dejando un tiempo para que las conclusiones de lo vivido fluyan místicamente por cada uno.