Fuoco - Kape Kinevil EP

Fuoco vuelven con "Kape Kinevil", el EP que prometieron allá por Abril del año pasado, y que ahora, de la mano de M8s Records se hace realidad. James Gale y Antonio Mennecillo vuelven por los fueros que supusieron canciones como 'My Girl' o 'Family Tree', o sea oscuridad, grunge y garage que escupen a la cara al igual que 'Where Am I?', planteando con ella su EP como si de un texto se tratara, calentando motores con una introducción abrasiva de vocales que se desintegran al llegar a la garganta para llegar casi sin latencia al micrófono, mientras lo poco que queda de la electrificación de la guitarra se lo lleva por delante.

'Drink Your Tears' no aguanta más y se carga algún que otro paso intermedio que su antecesora parecía anticipar, y lo hacen con el grunge de So Pitted metiendo el miedo en el cuerpo a través de unos riffs que beben de la sangre del mismo diablo, brebaje que hace que el ritmo de baquetas se vuelva loco y alcance una velocidad sin precedentes que les capacita para pasar el control a la entrada de la secta que es 'I'm Going To Fucking Kill You', cuyo orador es Joe Galarraga, el cual se toma muy en serio sus consignas, y para que el resto también lo hagan, deja sueltos a los Big Ups al completo, repartiendo hardcore hecho violencia entre los seguidores de la misma, con algún que otro arañazo proveniente de los riffs para quitarse la desesperación de encima.

'Older Man' empieza creyéndose el jodido desenlace, de ahí que sobreactúen con unos vocales que dan pie a todo tipo de comentarios sobre si esta religión es un cuento chino que quieren vender desde dentro o si realmente hay algo de magia negra en ella, de ahí que los espíritus comiencen a manifestarse con un ruido que no atiende a razones y puestos en pie, descarguen toda su furia, estrellando a 'Hunt' contra uno de los amplis, lo que hace que los primeros moments solo se oiga por uno de los canales, de ahí las pruebas de izquierda y derecha al micrófono que ejecutan, como si de Kurt Cobain se trataran, el cual acaba en el cielo dejando con su guitarra el imborrable rastro de Nirvana.