El 2010 descubrí el "Explota Tu Cuerpo" de Margarita, los ví en concierto, me llevé el LP a casa, y me terminé de enamorar de ellos con "Parque Mágico", y es que su locura analógica en modo Animal Collective, remueve las entrañas de la experimentación más extrema, esa que como Palberta, cambia de tercio cada 10 segundos como máximo, teniendo unas cuantas canciones dentro de cada una de ellas, uniéndose los vocales en esta fiesta ilícita que les ha valido para salir indemnes de esas marejadas complicadas en las que se meten, lo cual han querido trasladar a Cubano Vale, la nueva banda de dos de sus integrantes, Harry y Pesquera, en combinación con Michi de VENEREANS, trayendo éste la curvatura del sonido y el DIY a su disco homónimo debut, editado por ellos mismos.
El álbum lo abre 'Ingeniero De Caminos', una oda al nombre del cóctel que pone nombre a las 2/3 partes de la banda, con un punk vocal de griterío sin cesar que se vuelve loco con la instrumentación, ciñéndose a un garage que intenta crear mucho ruido alrededor del micrófono, distorsionando una realidad ya acusada de los mismos cargos anteriormente por el orador, el cual invadido por la certeza de los hechos, imprime una marcha más en 'Doble Toque', con las cuerdas acariciando la sangre con su acidez al ser desplazadas, volviendo la lírica a reinterpretar eso que son los padres, con más contras que pros, aspirando con ello a distanciarse de su pasado en lo que viene siendo su presente o posible futura paternidad.
'Cosmic Top Secret Crypto' no da muestras del pie del que puedan cojear, guardando bajo llave su propia kryptonita, dándoles Harry información de provecho a todos aquellos super héroes sobre cómo llevar a cabo su estrategia para que no les pillen en un renuncio, lo que le podía haber valido a 'Elvis', con sus debilidades sexuales y gastronómicas al descubierto, fiel reflejo de su masturbación antes que sexo y ese sandwich que hacía que preparan a base de banana, manetquilla de cacahuete y panceta, perfecto para el rock cincuetero que por momentos se acerca a Iguana Death Cult, aunque las formas se pierden aquí constantemente, lo que hace que se mantengan a 'Vueltas' con la idea de mostrarse algo más normalizados de cara a la galería, lo que contradice el marcado sentido de postureo de 'Expo'.
El descontrol se multiplica en 'Suicida Psicosomático', siendo aquí capaces de machacar a la peña a base de un garage que líricamente necesita de la pastilla medicinal que da el fuzz para resolver esos pequeños achaques que se van dando con mayor frecuencia, abarcando todo su espectro las guitarras, las cuales se olvidan de sus efectos contraproducentes al ser mezclados con METZ en 'Huecos', lo que origina que la oscuridad lo inunde todo, corriendo la sangre por las cuerdas, oyéndose voces de más mientras el rito satánico continúa destapando el tarro de las esencias, provocando alucinaciones en loop, cubriendo así todo el espectro sonoro, un fetichismo personal que se agradece.