Las Cobras - Temporal

Sofía y Leandro desvelan el secreto a voces que es "Temporal", su álbum debut, editado por Fuzz Club, así que se presupone psicodelia, y haberla hayla, como las meigas, a las cuales Las Cobras representan en 'Dark Waves', a través de un ambient que deja que su presa se confíe, a la cual atrae más activamente con unos vocales entrecortados, obligándole a acercarse aún más, obviando 'Beating Hard' el peligro que eso conlleva, el cual se apodera de todo cuando esos riffs entran en escena, con la voz de ambos oficiando un funeral casi anunciado, aunque la resistencia tiene cuerdas de guitarra, las cuales ven como sus esfuerzos caen en vano, iniciando Sofía su ritual, vertiendo todas sus plegarias mentales para controlar la mente haciendo creer a su oponente líricamente a través del dream-pop más garagero, que no hay lugar al que ir y que incluso ambos morirán por él/ella.

Con la fascinación supeditada, la batería electrónica vuelve a hacer de anfitriona en 'The Time Has Come', esperando como de agua de mayo que las cuerdas se sucedan, auto-invitándose Forest Swords a esta fiesta, en donde aparte de synth-pop también hay espacio para la experimentación psicodélica basada en la visión de animales en el bosque de Glass Animals y elementos no identificados en el cielo, de ahí que el flower power sea el gran favorecido en 'Our Love Will Grow', viviendo de las luces que evocan los tripis antes despachados, produciéndose esa pesadez en el ambiente que hace que los tempos se ralenticen y se aceleren sin ningún patrón de sobredosis conocido, en el que está claro que puede hacer que uno vaya 'Al Más Allá' en un viaje sin retorno, ambientado por un calor de vocales sensualizados al máximo, antes de caer en eses ritmos tribales que aumentan lo embriagador de la situación, subiendo la temperatura también al micrófono, dejando entrever sin opacidad que la tierra manda y tira mucho cuando se manifiesta.

Una vez venidas abajo las feromonas, 'Nothing Against You' hace balance a través de un rock de cowboys distorsionado que solo busca un buen trago del mejor licor de la ciudad, el cual va cayendo lentamente como acordes para su eterno disfrute, sacando el látigo 'So Much Love' cuando le interrumpen ese momento, llenando de reverberación una sala de la que se apodera el terror, con las idas y venidas de los vocales, amplificando su tono de izquierda a derecha y viceversa, no sabiendo por donde va a venir el siguiente golpe y donde se va a producir la siguiente calentura, originada por ese post-punk más propio de la nueva generación que de los 70's, buscando la electrónica cómo encajar en esta ecuación, moviéndose como un protón sobre excitado por la presencia de miles de electrones a su alrededor y no saber con quién quedarse.

La encrucijada de poner a uno entre la espada y la pared, continúa en 'Same & Again', tornándose todo en pasión la liberación de salir de la horrible pesadilla que había traído consigo su antecesora, aunque conservando esa carga de oscuridad que se ve a la contraluz de su instrumentación, añadiendo una modulación extra el teclado por si alguien necesitaba mayor movimiento de contoneo con los ojos cerrados, transformando 'Temporal' todo lo anterior en pura perversión, esa que sabe perfectamente que, ya sea por sus raíces, la instrumentación , la voz o la lírica, puede hacer de ti lo que quiera, así que para que resistirse cuando uno sabe que no hay nada que hacer.


Foto de Raoul Dukkha