Tras presentar el año pasado su EP debut "For The Kids", Baby In Vain sabían que lo siguiente era pensar en grande y con "More Nothing" (Partisan Records), lo han conseguido de sobremanera, ya que el concepto de cómo querían arrojar su sonido al exterior se había escenificado en su primera incursión musical en muchos palos que amasaban stoner rock polvoriento, 50's, garage, punk, grunge, fuzz..., quedándose con todos ellos de nuevo, pero haciendo pequeñas incisiones de cada uno en los temas que atesoran su debut, y así sonar más consistente a la par que furiosas, lo que no se desprende en 'To Heaven And Back', la cual solo da señales de estar vocalmente en un mundo no corresponido, y es que la dejadez inicial vocal de las tres se ve separada al nacer por las cuerdas de Lola y Andrea, manteniendo el tema en la cuerda floja la batería de Benedicte, saliendo a flote un tratamiento grunge del tema que obliga buscar asilo político a 'Transcendent', encontrándolo en una oscuridad que primero debe pasar por el filtro de Wolf Alice, aunque balbuceando el stoner de TIGERCUB a medida que sus voces calman lo que a priori parecía una rebelión segura contra su antecesora, pero los años les han dado la madurez suficiente para esperar el momento más oportuno para ello, po lo que 'Low Life' mete una marcha menos, con un deje a que algo se está cociendo en casa de las danesas, además a fuego lento, en donde ingredientes como ojos de ratón, sapos o huevos podridos van siendo removidos por las baquetas.
Una resurrección a medias es lo que se trae entre manos 'Last Of The Turner Girls', con un aura machacón para preservar su actividad latente, debatiéndose entre el bien y el mal, protagonizado respectivamente, por los vocales y por la instrumentación, avisando de que el ataque puede darse en cualquier momento, siendo 'She' y 'One Feather' las encargadas de meter el miedo en el cuerpo una vez más, a pesar del carácter a lo Warpaint que encierran, con un final que es una llamada a armar filas en torno a esa parte de ellas que vive de la destrucción sonora, metiendo 'Not For You' el dedo en una llaga que aumenta la cizaña que se estaban resistiendo a dar a su público, consiguiéndolo a través del levantamiento de su propio funeral, quedándose la peña ojiplática por ello, sobre todo aquellos que habían decidido dar uso de sus 'Pills' especiales antes del mismo, encontrándose cara a cara con un fuzz stonero que conecta con el más allá a través de esos riffs a dúo, retransmitido por el micrófono utilizando la seducción que conlleva hacerse las suecas tras pasarlas por encima la instrumentación como un rodillo.
Y tras una intro en 'Thank You' donde unas rimas fallidas a velocidad infernal no llevan a buen puerto, el diablo se apodera del panorama garagero para elevar el punk a donde le corresponde, solo parándose para recobrar el aire gastado tras propagar su lírica en llamas, las cuales se hacen hueco a base de un incendio en el que 'Apoca' se va cobrando más hectáreas de terreno gracias al lavado de cerebro que crean en aquellos que intentan apagarlo, ensañándose a través de la ira que la batucada de madera al estallar en sus entrañas provoca, lo que salpica a 'I Have Your Eyes', que se contamina de todo ello a medida que trata de alejar lo malo que se ha instaurado en ellas.