Negative Option - Present Workers

Negative Option es un cuarteto de Portland, que ha puesto su primer granito de arena con su álbum debut "Present Workers", aderezado con un punk que, como en 'Ghost Capital', se deja endulzar a base de post-punk y garage que le hacen mantener los pies en el suelo, a diferencia de los vocales, fácilmente venidos arriba al estilo de Sleaford Mods, donde muestran sus diferencias con el sistema actual y con aquellos que dirigen el cotarro, traje que también luce 'I Can't Comprehend', continuación natural de su predecesora, y que como se preveía, la espuma que sale del micrófono de Ted, tiene el apoyo de Jeramy (guitarra), Erika (bajo) y Brian (batería), los cuales incitan a que la parte más resolutiva de Joe Talbot (IDLES), se una al elenco de aquellos que luchan por los derechos del proletariado.

'Cocktail Drummer' se relaja, entendiendo aquí que, ahora el mensaje va dirigido a la gente de a pie, animándoles a levantarse, a juntarse, y ser la mayor de las fuerzas jamás vista, como mínimo, en todo Oregón, y así conseguir morder en el trasero a 'Skinhead Dream This World', contra los que se muestran cansados por esa obsesión suya por el blanco, y a los que ven cogiendo una fuerza, que ellos toman prestada para viajar lejos de estos ideales a través de 'Make Me Dissapear', donde los riffs de NOTS, en su versión más limpia, buscan respuestas imposibles que acaban en una locura emocional de esas que pasan factura irremediablemente.

De ahí que 'Cursed Genre' se muestre como una parálisis cerebral que encierra a Big Ups en la instrumentación, y se desquite, sin miedo alguno, de lo que sus mentes desarrollan, desalimentando un pavor que hasta ahora era el modus operandi de sus temas, así que el uso de platillos eleva su poder vocal a la primera línea de guerra contra las injusticias, perpetrando su guerra civil con 'Today I Joined The Sweet', donde las embestidas exponenciales se suceden en todas las líneas de ataque, estallando porque la historia sucedida anteriormente, retorne y encima con réplica, sacándoles de quicio por ello y por ver como los gallitos vuelven a estar en el carro de la supremacía.