A principios del año pasado No Crafts debutaron en corto con el EP "No Arts No Crafts", y ahora lo hacen en largo con "Heartburn", en formato 10" a través de Ciudad Oasis, donde 'Heavy' saca a rabiar la BSO (en versión delicada) de Kill Bill, cambiando Celia el sonido de las katanas por el de sus platillos, lo que desencadena una avalancha por el rock de unos 50's, que maman también de los bailes made in Pulp Fiction, calentón que no reniega ni de 'Hopes Are Overseas' ni del surf que destilan los Beach Boys a las cuerdas, añadiendo una reverberación con la que no le pierden la cara a sus orígenes, eso que les hacen volver al combo vocal formado por Celia y Carlos, mientras el sinte a cargo de Ángel planea por el espacio exterior a la vez que los pies se mueven más que en un clase de fitness, necesitando del descanso de las olas Mac DeMarcianas de 'Grave', para que cada uno encuentre su sitio en el paraíso terrenal sesentero psicodélico con el que Carlos lo rompe gracias a esa voz doblegada y overloada a partes iguales, a la que Celia le da la puntilla con una capa de su propia realidad, rompiéndose por momentos su burbuja temporal debido a la fiesta en segundo plano que colapsa su propio cableado, llevándolo hasta el extremo de provocarla una muerte réquiem.
'Cool Kid' despierta del letargo existencial en pleno halloween, con la banda usando sus máscaras garageras antes de presentar batalla por el terreno carcomido, oficializando su propia misa alternativa, en la que el gospel allana el camino a aquellos cuyo (dedo) corazón está levantado hacia el Señor, apuntando ellos más bien a la casa de E.T. mientras, en plena efeverscencia, su dream-pop se beneficia del sci-fi ochentero, y su estado mental de la euforia de 'Suck It Up', caminando, cuerdas en mano, de nuevo sobre los 50's, reventándolo con unos riffs que esconden más de lo que tienen que enseñar, pero cuidándose de filtrar su presencia acústica para no caer en la obviedad, mantenida ésta fuera del alcance de 'Nowhere' para sentir el calor del alcohol en medio del oeste, viviendo de primera mano esa locura en la que, el lanzamiento de vasos y botellas, empiezan a gestarse a partir de que su última nota hace acto de presencia y la gente requiere más de ellos.
Pero para entonces, 'Close The Sun' ya se ha asociado con Two Door Cinema Club, eso sí, restándoles progresivamente protagonismo para meterle mano de nuevo a las cuerdas de pop soñador viciado de los bucólicos 80's, empapándose de la bravura de las carreteras de la mismísima California, notándola hasta el punto de tener que apearse de su camino en 'Fated Pt I' para poder respirar, momento en que cierne la oscuridad sobre ellos, mientras su juicio mental se refugia en el rincón de pensar, alentando los vocales con consignas del tipo 'todo volverá a estar en su sitio', hecho que asegura la instrumentación al ponerse en manos nuevamente del de Columbia Británica.
📷 Marco Bernardas Fotos