Super Paradise

No soy nada de etiquetas, aunque esta vez debo reconocer que al leer dream garage me ha picado el gusanillo de la curiosidad, ya que en mi cabeza se ha instalado la idea cordal de de DIIV junto a algún disparate en base frecuencial, y ha sido poner '6:30', el último single de la banda italo-inglesa, y las premisas se han cumplido, ganándose una subida de volumen para obtener una experiencia tántrica, en la que primeramente he gozado con el rollazo Lithics que desprenden, al cual una nube tóxica de noise barriobajero se le ha tirado literalmente encima, provocando un cisma cuyas consecuencias son adoptar un sonido industrial afilado para ir a degüello y entonar un fuzz de dimensiones épicas, los cuales se agravan cuando todo ello entra en un bucle psicodélico del que solo sabe salir con dignidad 'Sweat', bailándole regionalmente las aguas a su predecesora a medida que la tribu, con sus plegarias, provoca una plaga de consecuencias punk a la que solo calma el ritmo desencadenado de la batería, la cual vuelve enfatizada tras un atisbo de finalización, alcanzando con este movimiento de jaque mate el éxtasis.

Francesco Roma y Nicolò Spreafico son las cabezas pensantes de la banda, a la que se sumaron en su día Anna Arfen (teclados), Charlie Davis (bajo) y Bradley Hillier-Smith (batería), los cuales empezaron a llamar la atención con su álbum debut "Quençebo" (2016), via Jigsaw Records, en donde ya daban buena cuenta de su inquietud musical, aunque en una versión primogenia de agresividad, siendo ésta más dream que garage, notándose esa vertiente más popero-sintética en temas como 'Ties', donde el buenrollismo del surf rock es bienvenido, o 'Dawn', con auténticos destellos de shoegaze, embarrando así cualquier atisbo de dulzura que pueda llevar al equívoco, bajando la guardia solamente al desenvolverse como peces en el río en su versión del 'All My Friends' de LCD Soundsystem.

Actualización: el quinteto vuelve a calentar la pista de baile con 'Feel', single que Spring Chicken Records se encarga de comercializar y cuyos antecedentes se ven desmadrados por un dream-garage esculpido a base de fuzz que destapa un amor platónico por King Gizzard & The Lizard Wizard, acto comedido por el estilo Temples de los vocales, provocando con ello que la psicodelia se propague por un viaje cuyo efecto caleidoscópico saca una libertad que convierte el tema en un híbrido que hace olvidar por completo lo que es su pasado natural.




📷 Nika