B Boys - Dudu

En el 2017 los B Boys intentaron acortar nuesto tiempo de vida con "Dada", salvándonos de la quema los múltiples interludios con los que el trío nos agasajó para aguantar el tipo hasta lo que supone su segundo largo "Dudu", via Captured Tracks, el cual empieza arremetiendo con 'Cognitive Dissonance', el cual emplaza nuestros recuerdos a su pasado más inmediato al dar continuidad religiosa a su rock viperino, aquí manchado de riffs garageros que manifiestas momentos fuzz para avivar el fuego, manteniendo 'Pressure Inside' la llama a través de una aceleracíón desmesurada que parece meterles en el cuerpo una prisa hasta ahora desconocida, costándoles ciertas llagas de exaltación a su derredor, teniendo que ser 'Closer' quien ponga las cosas en su sitio, la cual insufla una relajación impulsiva cronometrada cuya lírica retoza con las refleviones de su subconsciente, originando una batida de caza de elementos instrumentales en solitario con los que crean un retazo de estilos benevolentes a la par que inéditos.

'Automation' se apoya en una rascada de riffs que no pierde su esencia en ningún momento, pero con la que sí nos meten el miedo en el cuerpo debido a esas inesperadas paradas infinitas con las que practicamente tocan el ruido de fondo con la respiración, cayendo tras ellas a los estatutos endemoniados de bandas como The Devils o Bad Pelicans, los cuales generan olas de punk que acaban en la arena del mar muerto sentimentalista que es 'Ceremonies Of Waste', dramatismo a media luz al que se une 'Instant Pace', cuyo cabaret afrodisíaco se entretiene en salir a flote y poner los puntos sobre las ies como nunca antes se han atrevido a hacer, saliendo el carácter de la gran manzana que les faltaba, auspiciado este por su Charlie (shame) particular al micrófono, propiciando una revolución que llega hasta las entrañas de 'No', con una marcha militar de armas y drogas tomar, pero sin mujeres semidesnudas por sus alrededores para no pecar de gañanes, sacando a colación ese patriotismo suyo encerrado desde 2017 en su interior del que 'Another Anthem' se hace eco como recordatorio del pelotazo lisérgico de necesidad inmediata que supuso su álbum debut.

'I Want' se coge el brazo entero de la confianza y se hace con el control del asunto, obligándose a enfrentarse a viejos y nuevos fantasmas, dándose condolencias de ánimo los unos a los otros mientras sus propósitos de nuevo disco siguen siendo viables ya que el todo de antes sigue siendo el todo de ahora, rayantura filosófica con la que 'On Repeat' crea lazos bienaventurados, saltándose 'Smoke You' sus reglas para desconectar de un mundo que no es el suyo y que 'Can't Stand It' todavía sufre a través de una agorafobia muscular atrofiada que se empeña en quedarse encajada en un bucle donde las chispas eléctricas están a la orden del día, y donde el sol solo asoma por su cabellera, por lo que el encierro en si mismos es total, a lo que 'Asleep/Awake' ayuda con un regimiento de lágrimas sin sollozos y con los cuellos subidos para afrontarlo con una chulería cariacontecida, la cual pende del hilo de las cuerdas para enterrar todos sus pensamientos, dándoles sepultura antes de que 'Taste For Trash', entre en acción ya con todo zanjado, de ahí que la testosterona empuje a la locura irradiada en las altas frecuencias a las que nos tienen acostumbrados, a la que se suma el azote de la percusión para terminar de acaparar los focos, centrándose estos en el tema homónimo al álbum y su instrumentalismo lleno de parásitos que muerden la mano del que les da de comer, interludio inesperado que refrenda que lo suyo es ir a contracorriente.


📷 Daniel Topete