NERVES, desde el sur de Londres, vuelven a poner a la capital británica en el ojo del huracán, y lo hacen con el que es su EP debut "Put A Plaster On It", toda una declaración de intenciones que aumenta su bilirrubina cuando 'Intro' entra en escena, trayendo consigo unos riffs de post-rock que son tutelados por la sinergia elocuente de 'Fear & Dread', que aparca los pedales para que las cuerdas de Jack Cosson (guitarra) y Mike Wood (bajo) suelten unos acordes que pecan de Slaves, lo mismo que la rumorología de los vocales, obra de Jack Evans, entretenimiento que Josh Upil a la batería ni sigue ni pretende seguir, haciendo que junto a él, el resto peque de una oscuridad de la que disfruta 'What's Next?', añadiendo a su tratamiento una acidez que les lleva a shame y finalmente a IDLES, consumando una pérdida de orientación por la dureza de los activos cosechados.
Con su nuevo estatus mental, lo que solo olería a rock clásico, acaba provocando que a 'Hit A Nerve' le salpiquen las nuevas juventudes, enrolando cordalmente de nuevo a los de Kent, los cuales se cuelan otra vez a través de un emoticono en el que el fitness malavenido transienta sobre un mosh circular extremo que acaba con 'Observations Of A Boy' poniéndose chulo de aquella manera noventera mientras a su alrededor los archienemigos de estos, Sleaford Mods, se cuelan en el espíritu lírico, aunque su sacrificio, fantasmas incluídos, sufren una industrialidad radiada incomensurable que les impide coronarse como animales de la noche, título póstumo que recibe como homenaje 'Charmers Snake' y que 'Dim Reality' transtorna al empoderarse con una serie de pinzamientos articulados a manos de Fontaines D.C., lo que altera su juicio, puesto en manos de una percepción paralela venida de sus miedos.
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