Gloop es el trío bien avenido de Baltimore que hace que lo de JOHN, METZ y Modern Technology, sea una tendencia al alza en esto de golpear duro y no para hasta noquear, ya sean cuellos o partes del cuerpo perdidas en los pogos, de los que es partícipe 'A Shrine Built For Two', gracias a buen hacer de Dominic Gianninoto a la guitarra y micrófono, Blake Douglas al bajo y Max Detrich a la batería, los cuales acaban arrancándose la piel a tiras antes de que 'Skunked' entre en juego, la cual hace gala de una chulería ante el dolor impasible de tener que coserse a si misma a base de retales punk, rock, garage y grunge, con los que dinamitan cualquier condolencia que puedan recibir, ya que siguen siendo ellos quienes infringen aflicción a su derredor, atacando 'Salamander' directamente a la yugular con un noise hardcoreado que va de niño bueno, con esas pausas estratégicas en las que la gente se puede unir a los coros, pero ya es demasiado tarde como para no saber de qué palo van.
'Three Legged Ghost' se ve en la necesidad de aplacar los tiempos de ejecución para que la barbarie actúe desde lo más profundo de su ser, de ahí que la acidez que muestran penda de las cuerdas, las cuales son una marioneta, de tipo Annabelle, que hacen migas de sangre con 'Bright Sigh' y 'Who Ate The Sun?', puñaladas al corazón para robarles el alma nostálgico que propone 'Samurai Birthday', canibalismo en estado puro que devora el corto minutaje del que dispone atañendo una locura que va más allá de la del Joker, rindiéndose 'Dancing Tongues' al beneplácito de Cloud Nothings mientras este viaje va hincando la rodilla, no sin antes generar un caos a través unos últimos riffs, que se marchan con la cabeza bien alta.