Galicia Calidade suma a su lista a Youcanthide, ese embrión a medias entre Kaixo y Kings Of The Beach, que asusta con su álbum homónimo debut, via Ciudad Oasis, gracias a esa composición casi mitológica entre lo digital y lo analógico que dichos artistas practican, respectivamente, calibrando, en el tema que da nombre a la banda y al álbum, un simposio mortal de libertad asustadiza cuyo origen está en el garage rock metalizado de la instrumentación, la cual blande el terreno para que los vocales reverberados y autotuneados, arraigan con el punk necesario para embestir a 'I Gotta Bullet' con la misma fuerza toril que estalla en esa lírica que pide salirse de madre y echarle un par de huevos para exponerse... o desaparecer de la faz de la tierra, eso sí, por favor, sin hacer el mismo ruido que Kurt Cobain, con o sin 'Drugs' bien avenidas que escondan en su interior una rabia venida del desamor, y embebida en las sensaciones que los opiáceos dan a la hora de que todo desaparezca momentáneamente, ya que el dolor, con King Krule de fondo o no, va a seguir ahí una vez desaparezca su efecto mágico.
'Dallas $$$' se encripta en una desidia alucinógena capaz de sobrecargar los altavoces a lo Royal Blood, encajando el golpe con un rap que se crece al tener los 90's de su lado, soñando para que el grunge sea de nuevo su guardaespaldas, explosionando cuando el fucking money sale de la máquina expendedora como si de una lluvia dorada se tratara, desencajando la mandíbula de 'Mambo 88', ya no solo a través de esa soledad inicial que poco a poco se va vistiendo de jam session jazzística para unir de nuevo a todos en rebeldía, sino cuando se colocan la vitola militarista para lanzarse a la lucha con una ironía que da voz a parte de los colectivos maltratados por el fascismo y sus secuaces, alas que 'Multiplayer' utiliza para, una vez encendido el modo satánico de sus majestades, descargar su ira con una doble, e incluso triple, personalidad, la cual vive a su antojo y solo se muestra cuando su lado 'Zombie' (The Cranberries) aflora para comerse, literalmente, el drum'n'bass de 'Alone', infligiendo piedad para aquellos que prefieren no seguir los rebaños.