Super-X - Super-X

Después de un tiempo sin bandas australianas por aquí, vuelvo concretamente a Melbourne para que os enamoréis de Super-X y su álbum debut homónimo, el cual está publicado en su tierra natal por Spoilsport Records y en Europa por Polaks Records, introduciéndonos 'Mel' en el lado oscuro aka upside down del mundo que conocemos, con ordas de distorsiones psicodélicas venidas de pedaleras que nos llevan a su realidad, 'Terminus', un tema que bebe directamente de aquellas calles donde el punk se hace con todos los registros, entonando un lenguaje muy Bambara, en el que los hermanos Ottaway, Harrison y George, ambos vocalistas y guitarristas, refrendan con sus cuerdas que también viven de sarpullidos krautrock, algo de lo que su batería, Kaelan Emond, no quiere quedarse fuera, de ahí que participación arroje momentos que llevan al trío a alocarse de forma ordenada, ya que el descontrol queda para 'One Cut', con la que participan abiertamente a través de un rock cargado de adrenalina que aboga por recuperar el espíritu de los 70's, contando con idas y vaivenes que les elevan al olimpo de los dioses de generaciones anteriores, entrometiéndose década arriba y abajo para terminar de perder el control y explosionar con los giros interminables de 'Circle Form'.

'Turn To Black' deposita su énfasis en el post-rock y en la reverberación vocal, centrados ambos en molestarse a raudales para conseguir un efecto sonoro que los lleve a otra época, exactamente a esa donde el ruido es amo y señor de sus acciones, algo volátiles si se mira según los oídos de 'TXL', cuya intermitencia palpita un mensaje que debe quedarse en sus corazones, si no, sería lo suficientemente audible como para compensar la falta de inteligibilidad de esta regresión a su pasado más onírico y al interludio monoaural que es 'SJJ', con el que ponen el grito en el cielo en otras culturas, algo que no convence a 'Without Love', que decide volver a sus raíces, poniendo 'Could've Been' su granito de arena incluyendo ese órgano adicional a cargo de Mathias Dowle y que pone las cosas en su sitio, en base a un rock que en su final peca algo de cantautor en acústico, pero para quitar esas telarañas ya está el revulsivo 'XX', el cual se toma la justicia por su mano, entrando como un tiro y dejando el regustillo de que el mal se lleve al bien por delante al portar chupa de cuero y no permitir que su sentimentalismo penetrara su piel.