Leeds se le empieza a quedar pequeña tanto a Alex como a George, o lo que es lo mismo, BELK, quienes presentan su segundo EP, "UMPIRE", beligerante en las formas desde 'Chat Pile', la cual no se reprime a la hora de instigar su sonido hacia cotas de terror que la instrumentación interpreta con garage y noise en formato lo-fi, dejando el punk hardcore para el micrófono, sepultando cualquier atisbo de futuro próximo clareado ya sea en su Reino Unido natal como worldwide, concertando también en 'The Garden' el grunge de So Pitted, cuya furia magnética dibuja a la perfección el oscurantismo electrizante que recorren sus cuerdas y baquetas, pero como todo en esta vida, siempre existen momentos de felicidad fuzz, aunque 'Money' sea pura ironía y enseguida se vislumbre otra tormenta eléctrica, algo que al final es esencial para el dúo, ya que es en las adversidades cuando se crecen para que su música se comporte como un campo de concentración stoner de la beatitud perpetua, convirtiéndose 'Japanese Dancer' en su destierro absoluto de esta sociedad, de la cual reniegan para darse una satisfacción utópica.