Para qué dar rodeos si lo que uno quiere es demostrar de qué pasta está hecho, esa es la premisa de
Backhand, cuarteto de Utah Valley, cuyo EP debut,
"Kiki Alarcon", via
UPHERE! Records, es un incendio constante a base de garage, surf-rock y mucho punk vocal a cargo de
Ben Owens, encargándose sus primos hermanos,
Jake Owens y
Mitch Owens de la guitarra y el bajo, respectivamente, dejando las baquetas en manos de
Matt Timmons, poniendo
'Sleepsweat' el grito el cielo con una cabalgada de cantautor folk country, que al pasar el mono de los 40, se desmadra para hacernos sudar la gota gorda de una manera desenfrenada y sin control alguno, algo que concuerda conjuntamente con ese sonido crudo y sin filtros que despliegan, lo que les hace caer de pie para afrontar
'Future Milk', poniendo su visión vanguardista desde los 90's, con el tono de la intro de Principe de Bel Air para disipar cualquier duda al respecto, saliendo la MTV en una lírica que no le presta atención a sus actos, de ahí que la instrumentación adquiera un toque erótico festivo sin fin, hasta la aparación del tema que da nombre al álbum, el cual adquiere un toque británico, que pierde la cabeza al descubrir
La Vida Es Un Mus Discos, lado Mr. Hyde, por decirlo de alguna manera, ya que el de Dr. Jekyll, en su caso, trae a colación a la actitud de
shame y la brillantez post-punk de
Viagra Boys o
TV Priest.
La redención de estos últimos se escucha hasta en 'The Shape', a la que no le tiembla el pulso, o casi, sino fuera por la excitación de un momento en el que se juntan un claxon, cucharillas y platillos, demencial para quien pase por aquí sin saber de qué va esta fiesta, valiéndoles para ganarse los aplausos del respetable, hecho que reciben encerrándose en unas frecuencias más bajas y un speech que solo mira al frente, afectando de lleno a las pretensiones de 'Grean', la cual utiliza la misma estratagema, aunque empezando por su spoken word para aumentar su agresividad sin conocimiento en lo que viene siendo un día crucial de sus vidas, chute energético para dejarlos en el estado que marca el título y es jerga propia, válido igualmente para alentar a 'Slips Falls', aunque viendo su rabia oscurantista da para preguntarse si realmente hacía falta.
