dust - et cetera, etc EP

El efecto dust se ha ido esparciendo por el ambiente de las últimas semanas, gracias también además, por ese altavoz que es Kanine Records, a través de quienes se publica su EP debut, "et cetera, etc", empezando el quinteto con una 'Intro' donde las grabaciones se hacen con el control y el sentimentalismo está a flor de piel, acabándose cuando el satélite 'The Gutter' se posiciona en órbita como el referente con el que ya saborean el éxito, untando al post-punk de rock soñador y fuzz, apreciaciones que también desvela 'Alternator', golpe en el estómago de black midi que provoca que el jazz saxofonísitco se alíe con la distorsión y así seguir saciando sus ganas de caos sonoro, llenándose la boca de un tono británico que busca poner las cartas encima de la mesa a sabiendas de que si la cosa no funciona líricamente, siempre les quedarán los envites instrumentales, frenando en seco sus ansias ya que este camino todavía es muy largo e 'Interlude' está a la vuelta de la esquina, atrapándonos Adam como el flautista de Hamelin que es.

'Ward 52' es la enfermedad hecha canción, quedándose anclada en el micrófono a la cama de hospital, dando vueltas en torno a unas cuerdas que jamás les van a abandonar, cruzándose la confusión, el miedo y la rabia vocal, aunque también la resignación y la compresión para con el resto y sobre todo, con quien está en su misma situación o peor, una 'False Narrative' que se desmarca de la vida con un baile de esos sentidos, con los ojos bien cerrados, dejando que la reverberación penetre en los huesos y dictamine los movimientos, ya sean de bailarina de ballet o de militar que lucha para aferrarse a la vida, polos opuestos para que cada cual tome su camino, como 'Joy (Guilt)', libre de decidir si uno quiere esa sonrisa envenenada que los australianos tienen en la cara, dejando entrever su spoken word que la oscuridad puede llegar en cualquier momento, aunque mejor si esta se desliza por entre el punk, los riffs de sus cuerdas, el garage electrificado y el Upside Down, algo contra lo que 'Outro' no puede hacer más que mirar atónito y dejar que resuenen los ecos de su antecesora.

📷 Charlie Hardy