El trío ARSE debuta en 12" con "Kaputt.", via GRUPO, trayendo los australianos, como era de esperar, una carga de punk hardcore que vive de las cuerdas y las baquetas de Dan, Jon y Tim, estableciendo un rayo de esperanza fuzz en 'Go Hard', la cual alimenta sus deseos de violencia en el mosh pit, influyendo para que su redención de poder sea absoulta, algo que armónicamente también atrapa a 'Shame Bomb', la cual vuela hasta llegar a un noise producto de una fuerza de desesperación ilegible, saliendo a flote por entre los acontecimientos vividos estos últimos años, de ahí el martilleo sin cesar de su rabia, embebida de Bad Breeding y una explosión incontrolable de distorsión nauseabunda, elitista para con los oídos más exquisitos.
'Night Shift Blues' cumple con las 2/3 partes primeras de su título, ya que el caos sonoro que recopilan no da para satisfacer el último tercio de esta antología de muro de ruido, cuya escalada se hace infernal para 'Prick In The Franger', pura algarabía donde la locura es un petardo frecuencial en el cuerpo de cualquiera, lo que obliga a una danza sin cesar revitalizante respecto al tema que da nombre al álbum, encierro voluntario de post-rock stonérico capaz de amenizar su temperamento con un rejoneo de lo peor de cada casa, estilísticamente hablando, lo que rebela una pureza que basa su autoridad en los 70's y la vorágine que supuso las actuaciones de los artistas que lo auspiciaron.
