PURRS - Goodbye Black Dog

El álbum debut de PURRS, "Goodbye Black Dog", via A Tant Rêver Du Roi, es un zarpazo a las malas lenguas, cortadas en trocitos en 'A Year In Binary', un compendio de rock duro cuya cordalidad avanza, distorsión mediante, hacia un garage contemplativo que mantiene una calma alternativa, flor de un día para 'Serotonin', donde el cuarteto francés formado por Yassine Maman, Charly Maitre, Elliot M. Selwood y Guillaume Genoud, abren las puertas del infierno de par en par, consumiendo esa apuesta que los daba como ganadores el día de su presentación en sociedad, obra cumbre que no le hace ascos a 'Badlands', azote post-traumático que se toma la libertad de conjugar el característico sonido de IDLES, antes de dejarlo de lado para que tirarse a la nocturnidad de los bares y las criaturas que los habitan, aunque una vez que los de Bristol te infectan, uno no se puede resistir a implementar su versatilidad y ponerla al corriente según sus formas.

'Brutal Round Here' da lo que promete, derribando todos los castillos de naipes que se ponen por delante de ellos, demostrando que tienen cogido por el mango la liberación de las cuerdas, las cuales a su antojo encumbran el stoner que llevan dentro, manteniendo a flote sus oscilaciones el espíritu de sus pensamientos, puestos en fila uno detrás de otro hasta la llegada de 'Give A Hand', donde se convierten en recuerdos que son despegados de la corteza cerebral al hacer acto de presencia 'Overwhelmed Together' y sus manifestaciones imperativas de punk vocal, volcadas en hacer de la destrucción masiva su modus operandi, saliendo del upside down las veces que haga falta para que el golpe sea definitivo y 'To Be Enjoyed', guía espiritual del subconsciente en 'Wallflowers', de la que brotan un cortejo de espinas cantado a lo Fontaines D.C, pero lu suficientemente cabreados para discernir que sí saben, por mucho que digan que 'Not Sure How All This Will End'.


📷 Robin Rauner