El cuarteto de Hamburgo Billy Zach debuta en formato EP para La Pochette Surprise Records con "Interferer", asumiendo el post-punk de 'I Am You' su papel en el siglo XXI, es decir, llenándose de capas distorsión y oscurantismo antes de dejar ver esa cara de perpetua sepultura a lo Qlowski, asomándose el cantante Max Zacherl al frente del micrófono, con Annabelle Weder haciéndole los coros, bajo en mano, hibernando ese diálogo entre ambos de contradicciones internas hasta que su manifestación instrumental, de la que también participan Sören Jacob a la guitarra y Hendrik Hermann a la batería, estalla con un cúmulo de rabia inhumano, el cual atraviesa el corazón con una flecha de alta frecuencia, apta igualmente para 'For J.', despejando su estela apagada como si de Fontaines D.C. se trataran, machacándose por una vida llena de excesos de la que 'Fall' se hace cargo según le venga el viento, si es a favor, rollo Whispering Sons, y si en contra, descongelan un ruido espontáneo y extremista para con sus orígenes, sea como fuere, la desconexión es lo que tienen ambas en común, llegando una libertad que poco o nada tiene que ver con 'Russian Dolls', pretérito imperfecto de corte ochentero y resaca de new wave, que se mantiene en pie por la ebriedad del sufrimiento que practica, exacerbado en su momento álgido y que hace de su orquestación un monumento a 'Painted Nails', soberanía hecha largometraje en la que la paciencia del rock dice basta en pro de un estiramiento de la cuerdas alternativo a su paso, fusionando su núcleo estilístico hasta dar con un crescendo hipoalergénico en el que la elevación a los cielos pasa por atarse los cordones de sus botas punk.
📷 Lisa Lähnemann