FOAM

FOAM son como la abuela que insiste en ir a misa el día de Nochebuena como tradición, lo que en realidad entraña un alejamiento de la familia y el beberse un vino sin tener que dar explicaciones a nadie, y en esas anda el trío de Londres formado por Nathan Patrick (vocales y guitarra), Patrick Briggs (bajo) y Davita Guslits (batería),  montándose su propia película en la capital de UK, lo que les vale igualmente para pasar de largo sobre lo que cualquiera pueda decir acerca de su garage-punk-grunge-rock underground, encarnado en tres publicaciones que se reparten ocho singles, sedientos de la instrumentación de bandas como Nirvana, METZ y So Pitted, sacando todas ellas lo peor de si mismas hasta que 'Sludge' y 'OK, Get Up And Go To Work' terminan por llevarse el escenario por delante, vocales psicodelizados mediante, en un ambiente que evoca los peores pensamientos habidos y por haber, provocados por cada riff retorcido encaramado al muro de ruido de las cuerdas, lo que no les hace replantearse su segundo envite, contenedor este de un 'Charles' vacío de alma, procurando un sentimiento incontrolado que solo se sostiene a base de unos tirantes hechos a base de terror sonoro mimetizado en bucle, con los cuales y todo se hace inevitable que al resto se les caigan los pantalones cuando 'Sludge' vuelve a hacer acto de presencia, ahora adornada de forma mortificada, sin paliativos y a degüello.

El último jarro de agua caliente lo empieza 'Permanent Loser' mientras busca camorra en todo su espectro emocional, enfurecidos y demacrados por la corriente de lo que es un parecido con HSY y Bad Breeding, ambos a lomos de Beekeepers, poniéndose cósmicos con los vocales reverberados y delayados de 'Test Fight', lo que deja tocado a una 'In Life And Death' que definitivamente pierde la perseverancia que los distinguía al marcarse una americanada que solo hacia el final, le pintan la cara con su sello personal.