Una de las cosas más bonitas en los tiempos que corren es encontrarte una banda de la que no existe apenas información, lo que conlleva que uno se centre única y exclusivamente en la música, como debería suceder siempre, siendo los culpables de ello LATE, que publican sus "Demos", via Digital Hotdogs, lo que estaba más o menos escrito por la residencia de ambos en ese paraíso musical llamado Austin, caldo de cultivo de un SXSW en el que todavía no están confirmados, y que de darse el caso, los allí presentes descubrirían el post-punk modificado genéticamente con el que abre 'Now', produciéndose gracias a unos riffs que muestran un toque de fuzz reverberado que le viene de perlas a ese sonido sintético robótico inicial, sufriendo ambos una anarquía cordal y vocal de la que se sienten culpables, llamando a la puerta de una industrialidad noisera que Girl Band aceptarían de buena gana, mostrando otra de sus múltiples caras a través de 'Running', documentando un shoegaze que enseguida corta por lo sano para abogar por The Cure cuando se baja el telón instrumental, embaucándose en sus trece de nuevo hasta toparse con la apertura de 'New Diesease', cuya curiosidad experimental es una carrera en una escape room donde está en juego salvar la vida del gato de Schrödinger, aunque hasta llegar a él primero ejecutan malabarismos de rock que ensucian con garage abusivo debido a que el reto se concentra más en superar los abismos del Guitar Hero, regocijándose en él por la sobriedad mostrada.
'Certainty' baja el pistón y se inmiscuye en una solemnidad no wave que bebe directamente del mismo manantial de inspiración que Whispering Sons, con la melancolía siendo la nota predominante en los vocales, los cuales se acercan a sus orígenes estilísticos con la conjunción a medias entre Elias Bender (Iceage) y el toque de tenor de Lois, poniendo la guindilla 'I See You', erigiéndose como la versión acelerada y bailable de 'Running', haciendo su afán de superación que pierdan el conocimiento al tiempo que la corriente británica recorre su cuerpo, aunque siempre se resarcen dejando su impronta, combinando el ayer y el hoy en una comunión de la que son discípulos aventajados.