Minneapolis es el centro neurálgico en el que Healthy Competition da rienda suelta a su noise-, post-, hard-rock, fuzz, post-punk, garage enfurecido, y más perlitas que atesoran su primer EP, el bien denominado "Vol.1", proyecto comandado por la garganta y guitarra de John, instrumento sobre el que también se apoya Willem, dejando el bajo para Maggie y las baquetas en manos de Dan, los cuales devoran los límites auditivos en 'Department Store', con las cuerdas en alto para saber desde el principio quienes llevan los pantalones, maximizando su ataque con un pogo generalizado en el que los vocales ayudan a su infinita propagación, sometiendo por ello de enamoramiento a shame, lo mismo que propone 'CDs', que literalmente se deja la piel y la sangre por el estudio al lograr la conjunción perfecta de tempos y estilos, dándole a cada uno su espacio dentro del espectro sonoro pero sin perder la cabeza por ninguno de ellos, lo que llega cuando el core del cuarteto asoma por 'O Captain', escupiendo por los altavoces un despotismo con el que no se permiten el lujo de darse tregua, ahondando en las altas frecuencias para crear el big bang de los caos, acelerados hasta que sus demonios en forma de Drahla les hacen dejar de pisar el acelerador, pero esa onda revitalista también es compartida por 'Sister Ruth', a la que la oscuridad del bajo atrapa como mandamás absoluto al que, aunque pueda parecer mentira, se le puede torear a base de reverberación y distorsión, provocando la locura transitoria de 'Peacoat', la cual se apoya en microsonidos que insisten en su obsesión una y otra vez, lo que les lleva de forma sátira a renunciar al orden como punto y final.