De Manson Lamps solo sé que uno de sus miembros se llama Chase Orta y el resto solo es su álbum "Comfort Terrors" y los cinco trallazos que contiene, poniendo 'Rib Cage' al espectador en la situación de estar delante de una banda cuyas influencias se reparten entre Ty Segall y sucedáneos de su universo como GØGGS, aunque también bandas cuasi hardcore como Wet Dreams o PEEL, de los que nace un movimiento catatónico de ruido de fondo, cuyo sonido se cimenta en base a un garage fuzzeado que llega hasta el noise cuando ponen la directa sin pausas que mitiguen su impacto, llevando al límite las pulsaciones cardíacas con la destreza de un cirujano operando a corazón abierto, no sintiendo la necesidad de guardarse nada para provocar el terror en las calles de su California natal, jurando 'Die Alone' una venganza que parecen llevar cobrándose desde el comienzo del disco, aunque aquí el peso de las baquetas no amortigua el golpe sino que lo amplifica, asomándose una variante stoner que entra en un loop de demolición setentera.
La retranca viene con 'Body Driver', que aumenta su fuerte carácter lo-fi para que el dueto vocal se pierda en el entramado sonoro, del que las cuerdas salen a flote enseñando su primera aleta dorsal, avistamiento que los demás toman como punto de referencia para que la discordancia se haga dueña y señora de lo que los altavoces arrojan al exterior, metiendo el miedo en el cuerpo con un run run que 'Aack' parecía que iba a rebajar, y al final se ve auspiciado por un punk cuyo traqueteo acecha las cuerdas vocales de sus cantantes, esperando a 'Bat In A Cosby Sweater' para que aseste el golpe final, lo que trae consigo un cameo del mismísimo Joker.