Tras su envite en la primera compilación de Buzzhowl Records con 'Bite My Lip', ambas partes tenían claro que su colaboración no quedaría ahí, y más cuando la banda se reformó con su formación clásica y por fin volvieron a ser el vocalista y guitarrista Andrew Wilson, el bajista Lachlan Anderson y el batería Michael Prain, así que tras permanecer la publicación de "O" en tierras neozelandesas, el 7" formado por 'I Seek Misery' y '450', ve la luz también en Europa, demostrando que la conexión que los enlazaba sigue su curso a través de un post-punk empoderado en rabia vocal, que electrificadamente en base a METZ, recorre los caminos de un garage fuzzeado cuya premisa es dar otro jodido golpe en la mesa, como el que acompaña la foto de esta reseña, de ayer mismo, reuniendo la esperanza que uno necesita para pensar que en nada todo va a volver a ser como antes, creencia que está más cerca cuando la cara b de este disco se mete en el terreno de Spoon Benders, soltando adrenalina apocalípticamente en un tono más macabro de lo normal gracias a respirar un stoner- y prog-rock, que son la piedra angular del punk por el que se decanta el micrófono, necesitando de su retroalimentación para volver a ese punto álgido que requiere la segunda parte del tema, donde la desnudez creada es la reivindicación que le quieren dedicar al sistema.