GLAAS - Qualm

Ya tardaba Berlín en darnos un supergrupo como GLAAS, el cual está formado por miembros venidos de Useless Eaters, Clock Of Time, Idiota Civilizzato, Exit Group, Lacquer ,y comprendido por el vocalista Alexis Zakrzewska, el guitarrista Seth Sutton, la bajista Raquel Torre, Cosey Mueller al sinte y Jan Hellmich encargándose de las baquetas, debutando en largo con "Qualm", via Static Shock Records, entonando 'Concrete Coffin' una liberación sintética a lo NOTS en la que por detrás, las alucinaciones ruidísticas y reverberadas de los vocales, crean un imperio anarquista cuyo fondo de armario tira de post-punk cordal y baterístico, enajenación mental para 'Acid Rain Dance', que hace bueno el dicho de dar cera, pulir cera, una suerte de oportunismo acelerado que rebobina hacia el hardcore endiablado de una señal senoidal que plantea una guerra de 8 bits analógica con 'I'm The Problem', sin rival para unos Bad Breeding que van a degüello, además de rematar la jugada con un apolillamiento oscurantista que pone a cualquiera de vuelta y media, sin tiempo para que el punk se apiade de los vocales mientras ejecuta reminiscencias lo-fi que vierten el caldero de los sueños por el desagüe y los bañan en una explosión estroboscópica que no muestra respeto alguno por allegados como 'Empty Head'.

Bien amueblada gracias a las influencias de sus bandas maternas esta última, supone una pesada losa para derrocar su estilismo en pro de un garage y fuzz, los cuales, no se sabe si es por 'An Ode To Ravachol' o por 'The Devil Owes Me', pero se nota que se hacen fuertes a través de una suerte de egg-punk tropicalista en el que hasta Gorillaz salen desdibujados, filtrándose una resolución propagandística en el segundo que provoca mareas de catarsis entre los fans de la primera versión de Preoccupations, aka Viet Cong, peleándose contra el mundo en esa galaxia espacial que es 'The Moon', cuando ponen un pie en los pedales y otro en el bombo, saltándoles las lágrimas a los más ochenteros al escuchar este hito, volviendo a alejarse de la realidad en 'Easy Living' al tiempo que el enjambre instrumental hace de las suyas y se expande al público de 'No One', donde toman el control unilateral para sonar rocosos a medida que se va incrustando por imposición la fantasía de excitación psicodélica que es 'Sex With Ghosts'.