Decir
Malflora es hablar de
Ruth (
Special Interest),
Shaggy y
Maria Elena, la cuales debutan con
"Mama I'm Bad", via
Thrilling Living, un álbum condenado a entenderse con
NOTS en
'Lady Damiana', inmolándose a cada paso gracias a las integración de las cuerdas en una distorsión sobre la que caen nubarrones, se cuelan llamadas de fijos noventeros y sus señales moduladas, mantenien la boca cerrada ante tal activo psicotrópico, no así en
'Triangle Shirtwaist', donde el punk alza la voz embebido en un ruido desatado en conjunto, remando en una dirección distópica distinta, a priori, ya que cuando acompasan sus bondades, nadie se libra de la disputa lingüística en la que asientan su estrategia, basándose ésta para
'16th & Mission' en
Slaves, instrumentalmente, y en
Kim Gordon, vocalmente, aferrándose a un oscurantismo agitado por las emociones.
'Alright (C'mon Girls)' baja aún más al fango para empantanar su sonido de trash lo-fi, ladridos, aullidos, ansiedad y estrés post-traumático que el krautrock canjea por poner las cosas claras encima de la mesa de 'Emergent', cuyo post-punk de primero de finales de los 70's, reverbera microfonalmente para que la seriedad traslade el peligro que conlleva, sintiéndose por ello su final como una liberación que en 'Diaspora', les permite volver a sus raíces de descontrol y desfase prioritarios, hardcore de despropósitos macerados a fuego lento en 'Mande', utilizando el español como vía de comunicación, al igual que Dream Probe, y con una carga de estrés, que aunque ya se podía intuir, ahora factura la lírica claramente, gestionándola 'Kick The Can' con sonidos experimentales para calmar las fieras de su interior.
