Drahla - angeltape

El día que decidí ver a Drahla en directo en vez de hacer lo propio con METZ en el festival Loose Ends en Ámsterdam, era plenamente consciente que delante mío tenía una de esas bandas que iban a marcar una época, algo que remarca su segundo álbum "angeltape", via Captured Tracks, en el que además se presentan como quintento, consolidándose en su membersía Luciel Brown (voz, guitarra, teclado, piano), Ewan Barr (guitarra), Rob Riggs (voz, bajo, teclado, piano), Chris Duffin (saxofón) y Michael Ainsley (voz, percusión), determinando 'Under The Glass' su amor incondicional por la experimentación instrumental salida de tono, a la altura del post-punk de sus amores, abrazado este por una oscuridad auspiciada por sus característicos riffs, algo a lo que los vocales no tienen nada que objetar, es más, son una llamada a 'Default Parody' y ese grunge homenaje a los 30 años de la muerte de Kurt Cobain, distorsionando la realidad de su música para que la honra sea completa.

En un arranque místico, 'zig-zag' se apodera de una profunda mirada directa a los ojos para que la lucha sea (des)proporcionada a sus sentimientos, conteniendo una rabia, la cual está integrada en el sabor metálico que se desprende de la sangre vertida de sus cuerdas, prólogo de una catarsis vertida por 'Second Rhythm', donde la (de)presión está a la orden del día, haciendo de las suyas en el entramado mental de la sociedad, antónimo de 'Talking Radiance' y su severidad de desorden, acentuada por una rapidez incondicional de sus hechos, provocando que 'Concrete Lily' prenda fuego a sus pensamientos de maldad diabólica, evacuando así una carrera contrareloj en pos de generar un bucle constante que cuente con la habilidad de 'Lipsync' en 'A' menor, metrónomo que gira mientras sus vidas permanecen en ese impasse de tiempo que causa la mirada perdida al universo de 'Venus', un 'Grief In Phantasia' que cabalga sonoramente entre el pasado y el presente, para así azotar un futuro que parece realmente sombrío.


📷 Drahla & George Brown