Sí, si un festival da más de lo que uno puede esperar, ese es el Left Of The Dial, ofreciendo conciertos gratuitos de mañana y para este jornada el V11 fue mi punto de encuentro con PONS, los cuales no se dejaron nada en el tintero, llevando la excitación sintética de su música a un punto de no retorno, en el que la anarquía se hace dueña del ambiente, algo que también se puede asociar con The Empty Threads, eso sí, cuando dejan que el garage atrape a su post-punk a lo YAK, realizando un ejercicio musical más salvaje de lo que a priori uno podría pensar.
Los que sin duda cambiaron mi perspectiva de lo que había escuchado de ellos fueron Gloin, haciendo que su rock ruidoso vertiera una bilis de industrialidad fácilmente digerible para los amantes del terror y sus incrustaciones sonoras, una forma de mentalizarse antes de recibir a Pop Music Fever Dream, quienes mostraron los credenciales para hacerse con el control de la industria más pronto que tarde, atentando el cuarteto queer contra la autoridad sonora al practicar una distorsión ensordecedora, auspiciada por esa lírica tan llena de rabia.
En ese veni, vidi, vici que supuso la edición de 2024 para Test Plan, hacía falta volver a recibirlos e implosionar con ellos y el camino de nuevos singles recorridos este año, aplicándoles, cómo no, esa correctiva habitual de rock de theremin, el cual enseguida deriva en noise demencial, punk psicológico y hardcore trágico, por lo que todavía sigo sin entender como no les han dado ya un contrato discográfico, ya qe como siga pasando el tiempo será demasiado tarde y se habrán ‘Gone’!!!
La magia del sábado por la mañana la empezó poniendo una Prewn, la cual se presentó en un formato intimo que me recordó y mucho, al de Dana Margolin (Porridge Radio) en el Primavera Sound del 2022, ofreciendo nuestra protagonista una delicatessen sonora de las canciones de su último álbum, "System", -perfecto para ir increscendo con Centrepiece Colourised y sus particularidades sonoras ingenieriles, mostrando una bestialidad de rock con puntos hardcore y metaleros, con el cantante sacando tres tonos diferentes.
La cercanía hizo que ver a PONS de nuevo fuera lo más mas sensato para la mente, que no para las piernas, ya que en este segundo round, tuve la sensación de que la energía depositada en el espectáculo fue mayor y el techno hardcore sonoro sonó incluso más alto, premonición perfecta para ver a otros de mis favoritos, Makeshift Art Bar, los cuales se comieron el escenario a base de esos cañonazos sonoros que predican en sus sencillos a lo Girl Band, los cuales tienen que acabar poniéndolos al frente de los festivales más preciados, ya que esas visicitudes de industrialidad terrorífica, son de las que llegan al espacio exterior, para desde allí, que el pogo reine en su propia dictadura de post-punk oscuro martilleante, el cual da paso a todos su compinches sonoros para que reinen en la gloria más bendita del mejor festival del mundo habido y por haber.
📷 Retratando Voces




