The Very Very Danger se presentan como un trío que en vez de dar sus nombres reales, juega con el mundo animal, llegando a tomar cartas en el asunto en sus directos, con la conejita haciéndose cargo de la batería, dejando a los machos que tomen posesión del cargo de oso al bajo, y del gatito al sinte, compartiendo ambos vocales para llevarnos al punto de no retorno de Royal Blood, dando la puntilla a todo esto al no desvelar sus orígenes, aunque su radio de acción los sitúa entre Bélgica y Holanda, desde donde han cocido al fuego que han querido 'Tesla Spoil', llenándose de un stoner rocoso 70's que parece chocar de frente con los de Brighton y con HONEY, haciendo temblar las paredes de un estudio parapetado de humedad, que les hace sudar la gota gorda cuando descargan toda su furia sobre sus instrumentos, con los que se van a un lado oscuro que parece no ser suficiente para ellos, creando su propia secta rock'n'rollera para así soltar las chispas necesarias y así mantenerles en el ojo del huracán.
'Watashi To Kite' es la segunda y última variante mostrada por la banda hasta ahora, siguiendo con ese color negruzco atesorado por las cuerdas nuevamente, cambiando de registro para flotar a lo Jimi Hendrix sobre la corriente sumida en loop por obra y gracia del sinte, bailando de bajón con el recuerdo puesto en The Last Shadow Puppets, aunque el desarme final gritacional de Ty Segall, es de los que le pillan a cualquiera desprevenido, recibiéndolo en contra del caranchoa. de turno.