El 2013 fue el año en el que Claw Marks asombró a Londres y al mundo con "05:19am Gone Weird", EP debut (via Sexbeat) de un sexteto que a buen seguro ha sido la referencia de IDLES, y es que las diferencias entre los de Bristol y nuestros protagonistas son mínimas, entonando la instrumentación un mea culpa que ataca con menos piedad, si cabe, el garage, fuzz y noise, que alegremente conviven en este álbum, con 'Archways' haciendo de maestra de ceremonias, volcando un hardcore controlado sobre la berborrea vocal, que acelera todavía más la sangre del resto, saliéndose de madre ciertos riffs residuales que nunca se han atado a ningún estilo propiamente dicho, instaurando el miedo el cuerpo antes de que 'Soul Food' derribe las puertas del infierno, algo predestinado inicialmente para HONEY y su ataque obsesivo destructivo, el cual los hace mimetizarse en algo más maléfico todavía que METZ, con las cuerdas rezando en arameo un satanismo que no encuentra un techo que tocar como cumbre de su desidia, teniendo que venir 'Keep Digging', embebida en alcohol, para recibir la crudeza de realidad que les hacía falta y así poner los pies en el suelo, salpicando a la familia con acciones lapidarias de algo que hasta ahora se consideraba sagrado, saltando por los aires todo, descerebradamente hablando.
'Bone Dance' regenera su piel a base de un rock duro cincuentero al que la sobrecarga sonora le sienta peor que un día de resaca, intentando pasar el mal trago con un movimiento de pies al que la cadera no quiere seguir a tiempo, por lo que se centra en unos hombros con los que incluso halla un punto de sensualidad que parecía haberse quedado en los bajos fondos de su juventud, sumándo un extra más a la locura de la que parecen resguardarse en 'Silent Cop', batallita que cuentan una y otra vez en bucle, teniendo aquí parte de culpa ese loop baterístico, y que encierra unos pecados que salen a flote con la misma facilidad que quedan para si mismos.