El trío de Londres ha escogido para su nuevo EP, "Fan The Flames", el mejor título posible por aquello de que sus temas que no descansan nunca, empezando por la canción que da título al álbum, jugándoselo todo a la carta halloweenesca del noise y el garage, entrada gloriosa a los vocales de John Linger, los cuales aquí se muestran en modo Isaac Holmes (Slaves), dándole su propio bajo, la guitarra de James Cubitt y la batería de Nicole Pinto, una oscuridad que necesita beber sangre por necesidad imperiosa de un guión, que descaradamente, se retuerce instrumentalmente hacia METZ, lo que hace desmadrarse más aún a 'You're Doing Fine', colapso que como acto seguido, se digiere a través de los años 70, donde la destrucción masiva del punk de HONEY les abrasa como una infección en su estado más álgido, dando a los vocales el espacio consterando que se merecen, ya que las expectativas personales que antes se vertían sobre ellos no eran del todo favorables a sus intereses.
Lo personal se hace más palpable a través del pánico lírico de 'Howling', el cual enmarca una situación de dolor donde las preguntas sin respuesta detrás de una enfermedad no desvelada, se agolpan sobre una base inerte de melodía, formada tan solo por riffs que van y vienen, junto con las voces de John estallando en su interior, éstas en modo echo con el delay de la obsesión de por medio, ahogándose hasta que el barrido sónico de 'Internal Politics' hace su aparición como el ángel de la guarda que es, mostrando un post-punk acorde con lo vivido, enturbiando la magia del estilo con unos injertos de fuzz esporádicos que dan paso a un manto lúgubre de stoner rock embebido en cerveza negra que les vale para volver a la caza de brujas de sus orígenes, con el latigazo erótico final de Joe Talbot (IDLES) para seguir con su propia lucha.
📷 Bea Starr